Avalancha de basura deja al menos 17 muertos y caos en Uganda

Lo que comenzó como un día ordinario en la capital ugandesa se convirtió en una pesadilla cuando una colosal masa de basura sepultó un asentamiento, dejando al menos 17 personas muertas y cientos más heridas. La tragedia, desencadenada por fuertes lluvias y presuntos "fallos estructurales", ha sacudido al país y ha puesto en el ojo del huracán la gestión de residuos de Kampala.

La avalancha, que se extendió por varios kilómetros, arrasó con viviendas, vehículos y todo lo que encontró a su paso. Testigos describen una escena dantesca: una montaña de desechos tóxicos que devoró vidas y hogares. Las autoridades locales han advertido que el número de víctimas podría aumentar, ya que las labores de rescate continúan entre los escombros.

¿Negligencia o fatalidad?

El presidente Yoweri Museveni exigió una investigación inmediata para determinar las causas de esta tragedia y responsabilizar a los culpables. En un mensaje publicado en redes sociales, el mandatario cuestionó cómo se permitió que personas habitaran en una zona tan peligrosa y ordenó la evacuación de todos los asentamientos cercanos al vertedero.

"Esta tragedia es un llamado de atención sobre la urgente necesidad de mejorar la gestión de residuos en nuestro país", afirmó Museveni. "No podemos permitir que esto vuelva a suceder".

Por su parte, expertos y activistas ambientales han señalado que este desastre era previsible y podría haberse evitado con una mejor planificación y supervisión. Desde hace años, organizaciones locales han denunciado las condiciones insalubres y peligrosas del vertedero de Kiteezi, advirtiendo sobre el riesgo de desastres como este.

La avalancha de basura en Kampala ha puesto de manifiesto la fragilidad de las ciudades africanas frente a los efectos del cambio climático y la mala gestión de los recursos naturales. La tragedia ha conmocionado al mundo y ha generado un debate sobre la necesidad de adoptar medidas urgentes para prevenir futuros desastres similares.