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Iniciativa gamer con impacto global

"Stop Killing Games": el movimiento que lucha para que no te borren los juegos que compraste

l cierre de The Crew de Ubisoft dio origen a un reclamo que ya superó el millón de firmas en Europa y se expande al mundo. ¿Por qué conservar videojuegos es clave para la cultura digital?

Santiago Hernandorena

Por Santiago Hernandorena

18 Julio de 2025 - 18:05

"Stop Killing Games": el movimiento que lucha para que no te borren los juegos que compraste

El cierre de The Crew, un juego de carreras de Ubisoft que requería conexión permanente a Internet, fue el detonante. Quienes lo compraron legalmente ya no pueden jugarlo. La respuesta llegó en forma de movimiento ciudadano: Stop Killing Games (SKG), una campaña iniciada en abril de 2024 por el youtuber Ross Scott, que denuncia la eliminación definitiva de juegos digitales, incluso aquellos adquiridos legalmente. 

Su crítica: esta práctica equivale a quemar películas de cine mudo, borrando capítulos completos del patrimonio cultural contemporáneo.

¿Qué pide SKG? Jugar lo que uno compró

Lejos de reclamar propiedad o lucro sobre los juegos, la iniciativa apunta a algo básico: que los títulos sigan siendo funcionales tras su retiro del mercado. SKG exige que los estudios garanticen alternativas como modos sin conexión o servidores privados, sin exigirles soporte continuo ni actualizaciones. Es decir, que quien compró un juego pueda seguir jugándolo, aunque la empresa ya no lo mantenga.

En Europa, esta demanda tomó forma legal con la iniciativa ciudadana "Stop Destroying Videogames", impulsada por el alemán Daniel Ondruska. La propuesta busca que los distribuidores mantengan los juegos en un estado razonablemente jugable, evitando su desactivación remota sin ofrecer alternativas viables.

The Crew Motorfest

¿Por qué importa tanto la preservación?

Un legado cultural en peligro

Los videojuegos son hoy la industria cultural más grande del mundo, a la par del cine y la música. Preservarlos es clave para entender el presente y el futuro de nuestra sociedad. Cada título, incluso los menos exitosos, aporta al ecosistema creativo y técnico del medio.

Un archivo para el aprendizaje

Desarrolladores, académicos y estudiantes necesitan acceso a obras del pasado —buenas, malas o experimentales— para estudiar sus estructuras, mecánicas y errores. Sin acceso a esos juegos, parte del conocimiento se pierde.

Plataformas como Nintendo Switch Online ofrecen catálogos de clásicos, pero dejan afuera enormes franjas de la historia del gaming, lo que genera una percepción sesgada del pasado.

Stop killing games
Stop killing games

Obstáculos que borran juegos del mapa

El 87% de los juegos históricos no está disponible legalmente, según la Video Game History Foundation.

Títulos desaparecen por conflictos de derechos, como No One Lives Forever, o por problemas con licencias de música o personajes, como Goldeneye, The Simpsons Arcade o Marvel vs Capcom 2.

  • La incompatibilidad de hardware, especialmente con consolas como PlayStation 3, dificulta conservar juegos más allá de su plataforma original.
  • Tiendas online que cierran y dejan catálogos enteros inaccesibles.
  • Pérdida del código fuente, muchas veces por desidia, hace inviable reeditar joyas como Diablo 2 o Kingdom Hearts.

Emulación: ¿solución o amenaza?

La emulación y los archivos ROM se presentan como herramientas clave para la conservación. A diferencia de los soportes físicos, los archivos digitales resisten el paso del tiempo.

Aunque la distribución de ROMs es ilegal en muchos casos, la creación de emuladores sí ha sido considerada legal en países como EE. UU., especialmente cuando promueven la interoperabilidad. En Europa, ciertas formas de descompilación también pueden ser legales bajo condiciones específicas.

¿Qué pasa con los derechos del consumidor?

La compra digital muchas veces no otorga propiedad, sino una licencia revocable. La ley AB 2426 de California obliga a informar esto, dejando claro que la empresa puede cortar el acceso en cualquier momento. Frente a eso, tiendas como GOG.com promueven juegos sin DRM, garantizando que "no pueden ser retirados" del acceso del usuario.

Server offline
Server offline

¿Hay impacto económico real?

Según defensores de la emulación, los juegos de más de 10 o 15 años rara vez generan ingresos relevantes para la industria. Además, muchos ni siquiera están disponibles legalmente, por lo que las ROMs no representan una competencia directa. Casos como la Sega Ultimate Megadrive Collection demostraron que la disponibilidad de ROMs no afectó sus ventas.

La industria responde: "No es tan simple"

Las empresas argumentan que mantener un juego online implica infraestructura costosa, actualizaciones y soporte técnico. También mencionan los riesgos de seguridad, el uso de trampas, y la posibilidad de infracción de propiedad intelectual en servidores privados.

Para Video Games Europe, la demanda de SKG es "desproporcionada", ya que los videojuegos no son productos estáticos como los libros o las películas, sino que requieren mantenimiento constante.

Nintendo, por su parte, sostiene que los emuladores y ROMs atentan contra su propiedad intelectual, afectando el valor de sus títulos "vintage".

Resultados concretos: el movimiento logra avances

Pese a las resistencias, SKG consiguió que Ubisoft añadiera modos offline a The Crew 2 y Motorfest, aunque no al juego original. La petición británica alcanzó las 100.000 firmas y será debatida en el Parlamento. En Europa, más de un millón de personas firmaron la iniciativa, que será analizada por la Comisión Europea.

Además, España incorporó los videojuegos al Depósito Legal, permitiendo su conservación en la Biblioteca Nacional, y GOG.com reafirmó su compromiso con los juegos sin DRM.

"Stop Killing Games" no es solo una cruzada nostálgica: es una defensa del derecho a acceder al patrimonio cultural digital que, cada vez más, forma parte de nuestra vida cotidiana. Si no se preservan los videojuegos, se perderá mucho más que entretenimiento.