El estrés es una moneda que tiene dos caras

Debemos aliarnos con el buen estrés para mejorar nuestro bienestar. La clave está en descubrir su cara positiva y aceptarlo como compañero de vida

26 Enero de 2022 - 07:32

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Convivimos con estrés de forma permanente. Es para todos un acompañante de vida inseparable que, como una sombra, está siempre presente. 

Según el psicólogo Csikszentmihalyi, el ser humano vive en estado de estrés desde el origen de su historia. Ha luchado para sobrevivir el fuego, el hielo, los grandes y pequeños depredadores, las inundaciones, los animales salvajes y los microoganismos como los virus y bacterias. Nos hemos enfrentado a amenazas constantes: desde los cambios más simples y sencillos de la vida diaria hasta el caos más devastador. 

Por lo tanto, sin ser conscientes de ello, tenemos una capacidad natural para afrontar diferentes situaciones de estrés con gran destreza y tesón. Y aunque a veces dudemos de nosotros mismos y caigamos en un pozo de ansiedad provocado por la incertidumbre, lo cierto es que estamos hechos para afrontar, soportar y superar las adversidades y el estrés que las acompañan. 

En palabras de Csikszentmihalyi, “también está en nuestra naturaleza intentar conquistar el caos, crear el orden y controlar nuestro entorno. Es una lucha que lleva existiendo desde el principio de la historia de la humanidad”.

 

Qué es el estrés

El termino estrés tiene su origen del inglés stress y se empezó a utilizar al principio del siglo XIX para explicar el impacto o presión producido por una fuerza exterior sobre un objeto. 

Sin embargo, en el campo de la psicología, se comenzó a utilizar para describir un estado emocional de malestar asociado a la presión externa (del entorno), así como a la presión interna que surge a partir de pensamientos y emociones, como a menudo ocurre con las expectativas y exigencias propias o ajenas. 

En este ámbito, el estrés emocional se asocia a la tensión provocada por los sentimientos de incertidumbre y los cambios que nos impone la vida.

Lo cierto es que el estrés es considerado por la mayoría un estado emocional y mental desagradable que se asocia al sentimiento de desazón y ansiedad. A primera vista tiene mala reputación y cuando hablamos sobre ello todos nos sentimos identificados y podemos enumerar, en cuestión de segundos, por lo menos cinco fuentes de estrés presentes en nuestra vida. 

Todos hemos sentido la presión del estrés en algún momento, pero algunas personas lo llevan mejor al haber aprendido a surfear con destreza las olas difíciles de la vida, mientras otras tienen más dificultad y se atragantan en cuanto asoma la cabeza. Sin embargo, cabe destacar que en la actualidad vivimos en una sociedad en la que el estrés, a menudo, se percibe como “un sufrimiento honorable” al estar asociado a un estilo de vida activo, intenso y ocupado. 

Si bien a veces las tareas y obligaciones se van acumulando hasta llegar a niveles que pueden provocar saturación y agotamiento emocional, quizá debemos considerar que el estrés también tiene un lado positivo, siempre que se aprenda a gestionar.

El estrés es para algunas personas un sentimiento del que desean protegerse pero, para otras, es una emoción estimulante e incluso positiva. Por lo tanto, quizás también debemos explorar esa cara de la moneda. 

Se debe recordar que es y será uno de nuestros acompañantes más fieles e inseparables a lo largo de la vida, así que hay que poner interés de nuestra parte para conocer el lado bueno del estrés.

 

La cara positiva

Una de las grandes expertas e investigadoras sobre el lado positivo del estrés es la psicóloga e investigadora Kelly McGonigal, quien afirma que el estrés es necesario y útil en nuestra vida. Aunque a veces puede ser un enemigo de la paz interior, también puede ser un amigo fiel que nos ayuda a afrontar y superar las dificultades, resolver problemas y mantenernos atentos y despiertos, por lo tanto, es recomendable reconsiderar el estrés y cambiar la noción que tenemos sobre esta emoción que a menudo nos atormenta, ya que de esta forma podemos transformar el efecto que tiene en nosotros.

¿Cuál es la cara positiva del estrés? Según las investigaciones se ha podido demostrar que el lado bueno del estrés se asocia a la energía positiva y es una fuente de activación mental que nos ayuda a concentrarnos y poner el foco de atención en nuestros propósitos y prioridades. 

Se caracteriza por ayudarnos a desempeñar nuestras tareas y obligaciones, a ser productivos, facilita el aprendizaje y el crecimiento personal, nos ayuda a analizar y evaluar, así como a tomar decisiones. 

Por lo tanto, como sugiere McGonigal, “nos conviene aprender a distinguir entre el estrés positivo del negativo, así como cambiar la mentalidad que tenemos sobre esta emoción. Aunque evitar el estrés puede parecer una estrategia racional, casi siempre resulta contraproducente. Uno de los beneficios de aceptar el estrés es que encuentras la fuerza que necesitas para perseguir metas y soportar experiencias difíciles pero significativas”. 

Como conclusión, al ver el lado bueno del estrés dejaremos de percibirlo como una amenaza o un enemigo, para considerarlo un aliado que nos ayudará a conseguir nuestros objetivos y a gestionar las adversidades de la vida de forma saludable. 

-Psicóloga Laura Rojas Marcos (https://www.telva.com)-