Economía
La fuerte recesión que atraviesa Argentina se tradujo en una realidad preocupante para gran parte de la población. Según un estudio realizado en los meses de julio y agosto de este año, el 52% de los argentinos contrajo alguna deuda, reflejando un aumento del 10% en comparación con el 2023, cuando el endeudamiento afectaba al 42%. Este análisis, llevado adelante por la Consultora Moiguer, abarca las zonas del AMBA, provincia de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Salta, y se focaliza en personas de entre 16 y 75 años.
Uno de los datos más alarmantes es que el 59% de los encuestados afirmó que devolver sus deudas es mucho más difícil que el año anterior, lo que refleja el deterioro de las condiciones económicas y la pérdida de poder adquisitivo.
La clase baja, la más golpeada
El análisis deja en claro que las personas de niveles socioeconómicos más bajos son las más endeudadas: el 60% de este grupo admitió haber contraído deudas durante 2024. En la clase media, un 48% se encuentra en la misma situación, mientras que en los sectores más altos, el endeudamiento alcanza al 39%.
En cuanto a los tipos de deuda, el 56% de los argentinos recurrió a bancos o entidades financieras, mientras que un 20% lo hizo con familiares o amigos. Un 14% prefirió no revelar a quién le debe dinero.
La caída del poder adquisitivo
La pérdida de poder adquisitivo también es una preocupación central. Según el estudio, el 52% de los argentinos siente que su capacidad de consumo empeoró en comparación con el año anterior. Además, el 59% declaró que, en algunos meses recientes, no pudo llegar a fin de mes, con un 71% de los sectores más bajos afectados por esta realidad, mientras que en la clase media la cifra alcanza el 67% y en la clase alta al 30%.
La necesidad de trabajar más
Para hacer frente a la crisis, el 45% de los argentinos tuvo que sumar horas de trabajo, ya sea en su empleo actual, en uno nuevo o emprendiendo por cuenta propia. A pesar de estos esfuerzos, el 55% se vio obligado a recurrir a sus ahorros para cubrir gastos cotidianos.
Además, un 69% de los encuestados señaló que los ingresos de sus hogares están por debajo de la inflación, lo que agrava la situación financiera de las familias.
El presente: una preocupación constante
El informe de la consultora destaca que el presente se volvió el principal foco de atención y preocupación de los argentinos, relegando al futuro a un segundo plano, como una mera esperanza de estabilidad. Esto se ve reflejado en que el 60% de las personas tuvo que posponer o abandonar algún proyecto personal. Entre los sueños aplazados, el 30% mencionó la reforma de su hogar, el 12% iniciar un negocio y el 7% mudarse.
Restricciones en el consumo
La austeridad forzada ha llevado al 74% de los hogares a recortar sus gastos para evitar endeudarse aún más. El 54% de los entrevistados afirmó que ha dejado de hacer asados, mientras que el 50% ha reducido o eliminado la compra de ropa, y un 46% ya no sale a comer fuera de casa.
Estos recortes se observan en todas las edades y niveles socioeconómicos, mostrando un patrón generalizado de consumo restringido.
La pérdida de la esperanza
El desánimo se incrementó en los últimos meses. Mientras que en julio el 47% de los entrevistados evaluaba su presente como malo o muy malo, en agosto esta cifra subió al 54%. En paralelo, las expectativas de mejora disminuyeron: si en julio el 52% tenía esperanzas de que algo mejorara, en agosto este porcentaje cayó al 44%.
El panorama para los argentinos sigue siendo sombrío, con una sensación de incertidumbre que crece día a día en medio de una economía que no parece mostrar señales claras de recuperación.