No es Messi ni Ronaldo: ¿qué deportista ganó más dinero en la historia?

Figuras del deporte actual como Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Rafa Nadal o el mismísimo Lewis Hamilton son respetados por sus habilidades en sus respectivas disciplinas deportivas, y por eso clubes y marcas patrocinadoras se encargan de recompensarlos económicamente -aunque a veces nos parezcan montos desmesurados- en consonancia con su desempeño.

Sin embargo, ni siquiera juntando las fortunas de todos ellos podrían igualar la riqueza que amasó el deportista más popular de la antigua Roma: Cayo Apuleyo Diocles, admirado y envidiado en aquellos tiempos.

Nuestro personaje participaba en las carreras de cuadrigas, el evento estrella de cualquier gran celebración y equivalente a cualquier MotoGP o Gran Premio de Fórmula 1, pero en lugar de monoplazas con más de 1.000 CV, competían cuadrigas tiradas por caballos, inmortalizadas en el cine por la clásica Ben Hur en 1959 y otros filmes por el estilo.

Comparados con las actuales escuderías de la F1, los aurigas eran los pilotos de aquellos carros, venerados como auténticas superestrellas. Sin embargo, aunque aquellos deportistas no firmaban contratos en exclusiva con patrocinadores, por ganar cada carrera percibían auténticas fortunas.

El campeón lusitano

Lo que se sabe de Cayo Apuleyo Diocles es que nació en el año 104 y con solo 18 años debutó en la arena. Apenas dos años más tarde comenzó a saborear las mieles del éxito, alzando los laureles de campeón cuando se convirtió en uno de los aurigas más exitosos del Imperio, y consiguió levantar la corona de laureles en 1.462 carreras. 

Cada una de esas victorias, además de su correspondiente corona de laureles, era acompañada por una sustanciosa suma en metálico, y en consecuencia, su dilatada carrera lo convirtió en uno de los deportistas mejor pagados de todos los tiempos y llegó a atesorar una fortuna mayor que las de los grandes deportistas de nuestra era (por supuesto, ajustándola por inflación).

El auriga lusitano siguió alimentando el fervor de la afición durante 24 años corriendo en las arenas más prestigiosas, como el Circo Máximo de Roma, con capacidad para 150.000 espectadores. En algunas ocasiones, y en aras de brindar un lucido espectáculo, el auriga pedía salir desde la última posición para después llegar victorioso a la meta.

Tal como se deja constancia en el Circo de Nerón, Diocles se retiró con 42 años, 7 meses y 23 días, consolidándose como uno de los aurigas con la carrera más longeva de la Antigua Roma, en un deporte que destacaba por su peligrosidad.

A menudo, los carros chocaban durante la carrera y los aurigas eran arrastrados por sus propios caballos, pisoteados por los caballos de sus rivales o atropellados por sus carros. Un riesgo que nos devuelve a los circuitos de la actualidad.

Las inscripciones dejan testimonio de un palmarés impresionante formado por 4.257 carreras en las que consiguió 1.462 victorias y quedó segundo en 1.438 competiciones. La mayoría de ellas las consiguió conduciendo cuadrigas, pero también se alzó con la victoria en otras disciplinas en las que participaban carros tirados por hasta siete caballos.

Sumando la cuantía de todos los premios conseguidos, Cayo Apuleyo Diocles reunió unos 36 millones de sestercios. Para comparar esa fortuna con una moneda de la actualidad, el profesor Peter Struck, de la Universidad de Pennsylvania (Estados Unidos), la ajustó por inflación, y así determinó que en la actualidad sería el equivalente a 15.000 millones de dólares, por lo que se situaría entre las cien personas más ricas del mundo, según la lista Forbes.

Redactada con información de Xataka