Eliminatorias Sudamericanas
Bolivia lo hizo. El equipo del Altiplano se impuso 2 a 1 a Chile en el Estadio Nacional de Santiago.
De arranque la Roja comenzó a tenerla complicada porque la Verde golpeó de entrada a los 12 minutos. Roberto Fernández fue habilitado sobre el costado izquierdo, el carrilero desbordó, y metió un centro rasante hacia atrás que Carmelo Algarañaz empujó a la red.
La Roja exhibió limitaciones en la generación de juego frente a un rival que evitaba conceder espacios y el entrenador, Ricardo Gareca, sorprendió con un cambio ya que pasada la media hora sacó a su centrodelantero, Ben Brereton para hacer ingresar al volante Vicente Pizarro.
A partir de allí, se vio lo mejor del local hasta que llegó la igualdad con mucha polémica a los 38 minutos.
El arquero de Bolivia, Carlos Lampe, recibió un pase atrás y, cuando estaba dispuesto a jugar la pelota, apoyó mal uno de sus pies y cayó muy dolorido al campo de juego.
Inmediatamente, levantó su brazo para recibir atención médica mientras Eduardo Vargas se adueñó del balón y definió con el arco vacío.
Luego de su tiro, los rivales le efectuaron una serie de reclamos, que podrían relacionarse al hecho de seguir la jugada tras la lesión del guardameta, y se generó un tumulto entre los dos equipos.
El encuentro estuvo detenido siete minutos porque Lampe se retiró reemplazado y, en la primera acción posterior al saque del medio, llegó el segundo del conjunto del Altiplano con una acción calcada al primer tanto.
Nuevamente, Fernández aprovechó la nula cobertura de Mauricio Isla y arribó hasta el fondo, donde lanzó un envío para el remate seco de Miguel Terceros.
Pese a los intentos y un penal que sancionó el árbitro y luego desestimó por el VAR, la selección Roja cayó nuevamente tras la goleada sufrida contra Argentina y la estadía del Tigre Gareca al frente del seleccionado entró en un cono de sombras.
En tanto el equipo boliviano logró su segundo triunfo consecutivo, el primero de visitante después de 31 años y sueña a lo grande.