Godoy Cruz Antonio Tomba está atravesando uno de los peores momentos en los casi 20 años jugando en la máxima división del fútbol argentino. Y eso que no es la primera vez que pelea por la permanencia.
A diferencia de otros momentos similares, hoy el Tomba no tiene argumentos de juego para ilusionarse con la salvación. En lo que va de este 2025 ya han pasado cuatro entrenadores (Pedernera, Solari, Ribonetto y Asad con un partido dirigido) y ninguno pudo conseguir una línea futbolística convincente.
Los bajos rendimientos de los jugadores, que se repite en el tiempo, hace pensar que en estos dos partidos que restan de campeonato, deba depender más de los rivales que de lo que pueda hacer el propio equipo.
¿Es una ventaja qué dependa de sí mismo para quedarse en la máxima categoría?
En base a lo visto hasta ahora no. Salvo que haya un cambio radical en lo temperamental y fundamentalmente en lo que muestra en cancha.
Está en juego el prestigio que tanto le costó forjar y que en un par de semanas puede regalar.
Espero que el plantel reacciones a tiempo y entienda lo importante que es mantener su plaza en el círculo de privilegio del fútbol argentino.

