Con 38 años en sus espaldas y luego de dos temporadas casi sin pisar las canchas por las lesiones, el español Rafael Nadal sigue demostrando que para el rendirse no es una opción, y quiere volver a demostrar que aún está vigente en el circuito.
Lo volvió a demostrar hoy, donde luego de la batalla de 4 horas de ayer contra el argentino Mariano Navone, ganó otro partidazo ante el croata Duje Ajdukovic (130°) por 4-6, 6-3 y 6-4, resultado que le permitió avanzar a la final del ATP 250 de Bastad, en Suecia.
De esta manera, quien es considerado el mejor tenista de todos los tiempos en polvo de ladrillo disputará una nueva final luego de dos años, viniendo de atrás en un partido muy cerrado, tras perder el primer set, y en el que se repuso y llegó a la victoria que lo lleva a su final número 72 en polvo de ladrillo, a sólo cuatro del récord de Guillermo Vilas.
Con la mira en los Juegos Olímpicos de París que comienzan en pocos días, evitó la gira sobre césped, que incluyó no estar en Wimbledon, y apostó a regresar en polvo de ladrillo para ponerse en forma, ya que la cita olímpica es nada menos que en el patio de su casa, el complejo de Roland Garrós donde construyó su increíble record de 14 grand slams en el mismo torneo.