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El olvido de un héroe: Carlos Bauness y su epopeya silenciada

Apenas llegado a nuestro país, el joven británico integró el flamante Regimiento de Granaderos a Caballo creado por José de San Martín, y después participó en la Campaña Libertadora

27 de noviembre, 2023 - 12:15

Tiempos antes de los rítmicos compases de la gesta emancipadora de los entonces territorios del Río de la Plata, muchos extranjeros llegaron desde Europa. En ese contexto emergió la figura singular y fascinante de Carlos Bauness.

Este militar de origen británico se convertirá en un protagonista de destacada actuación, cuyas hazañas dejaron una huella indeleble en los anales de la historia. Pero, como muchos héroes de nuestro país, quedó lamentablemente en el olvido.

El escenario inicial de su epopeya se traza en la lejana Gran Bretaña –donde nació en 1797– cuando Bauness forjó su destino viajando hacia las tierras del Virreinato del Río de la Plata.

Justo en la encrucijada temporal en que los hechos de mayo sacudieron los cimientos de la capital porteña, él, como un actor destinado a la escena de la historia, se enroló en 1810 a favor de los patriotas.

La entrada en escena de Bauness adquiere un matiz épico en 1813, pero ya antes se había unido al flamante Regimiento de Granaderos a Caballo al mando del carismático teniente coronel José de San Martín.

El 3 de febrero de ese año, participó heroicamente en el combate de San Lorenzo. Con el fuego sagrado de la libertad ardiendo en su pecho, aquel granadero acompañó con su escuadrón la segunda expedición al Alto Perú en 1814, bajo las órdenes de Mariano Necochea, participando con bravura en la cruenta derrota de Sipe Sipe.

Su regreso a San Miguel de Tucumán con el Ejército del Norte marcó el inicio de una travesía llena de gestas y desafíos que hoy deleitarían incluso a los más ávidos lectores de novelas históricas.

 

Un inglés en Mendoza

A fines de 1816, el escuadrón de Granaderos a Caballo llegó a la capital de Cuyo y se integró al Ejército de los Andes, que estaba en plena gestación, convirtiéndose en un actor clave de la campaña libertadora en Chile.

El joven británico caminó por las calles polvorientas de Mendoza junto a otros camaradas, quienes participaban de bailes entre las familias más acomodadas de la urbe.

Hasta que llegó el día en que las tropas debieron marchar en enero de 1817 para recuperar el territorio trasandino que estaba en manos de los realistas.

Su división marchó desde el campo de instrucción, en el actual departamento Las Heras, por el camino de Los Patos y luego de varios días de permanente marcha las huestes llegaron a Chile. Allí en medio de las batallas a Bauness se lo vio luchar heroicamente en la acción de Las Coimas, para luego ser parte de la batalla de Chacabuco, la culminación del exitoso plan de reconquista.

Batalla de Chacabuco, en la que Bauness tuvo una destacada actuación al mando del General San Martín

En marzo de 1817, el Regimiento de Granaderos a Caballo inició juntamente con otras tropas la campaña al Sur y el intrépido Bauness dejó su huella imborrable en la historia patria destacándose bajo las órdenes del teniente coronel José Matías Zapiola, y agregó un capítulo vibrante a su ya legendario legado.

La travesía de Bauness se expandió a nuevas latitudes en 1820, cuando formó parte de la Expedición Libertadora del Perú, contribuyendo a la captura de Lima y Callao. Sin embargo, tras la retirada de San Martín, su espada descansó temporalmente hasta su retorno a Buenos Aires. Allí, destinado al servicio de la frontera con los indígenas, su pericia estratégica y valentía le valieron el codiciado ascenso a teniente coronel, como si la historia misma reconociera la magnitud de su contribución.

 

Días difíciles

La agitación política de 1828 lo encontró, a las órdenes del gobernador Manuel Dorrego, en la batalla de Navarro, durante la revolución liderada por Juan Lavalle. Bauness, hábil en la danza política de la época, se unió más tarde a las filas de Juan Manuel de Rosas, participando en la batalla de Puente de Márquez y en el enconado sitio a la ciudad de Buenos Aires.

Su lealtad se evidenció en la campaña de 1831 contra la Liga del Interior, destacándose en la batalla de Fraile Muerto bajo el mando del astuto coronel Ángel Pacheco.

Sin embargo, la trama de la vida de Bauness tomó un giro intrigante tras la Revolución de los Restauradores. Emigró a Montevideo, donde pasó algunos años esquivando las llamas de la Guerra Grande y las campañas contra Rosas. Aunque no participó en las grandes gestas que caracterizaron su juventud, prestó servicios militares menores durante el Sitio de Montevideo liderado por Manuel Oribe, como un héroe silente en la penumbra de los eventos históricos.

El retorno triunfal a Buenos Aires después de la batalla de Caseros marcó el epílogo de la vida de Bauness. Ascendido al rango de coronel, se convirtió en un defensor infatigable de la ciudad contra el asedio del general Hilario Lagos.

El último capítulo de su historia se escribió en la calma eterna del Cementerio Británico, donde descansa desde el 21 de mayo de 1855.

La memoria de Carlos Bauness perdura en el tejido mismo de la ciudad, inmortalizada en una calle serpenteante que atraviesa los barrios de Villa Urquiza y Parque Chas, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como un testigo silencioso y eterno de las gestas de un héroe olvidado.

 

Inauguración de un monolito en el Cementerio Argentino en homenaje a los valientes británicos

En una emotiva ceremonia llevada a cabo el pasado miércoles en el Cementerio Británico de la Ciudad de Buenos Aires, se inauguró un significativo monolito en el cementerio argentino en memoria de los valientes británicos que formaron parte de las Fuerzas Armadas argentinas durante las guerras por la independencia y la contienda con el Imperio del Brasil. La iniciativa surgió con el propósito de rendir homenaje a aquellos, cuyos restos descansan en suelo argentino, muchos de los cuales no cuentan con una lápida identificable debido a los cambios de ubicación del cementerio a lo largo del tiempo.

Este obelisco no sólo simboliza el reconocimiento a todos los héroes británicos, sino que también detalla específicamente los nombres de seis destacados individuos, cuyos legados perduran en la actualidad en corbetas de la Armada Argentina, nombres de escuelas públicas, calles y localidades en nuestro país.

Los homenajeados son Parker (1787-1826), Drummond (1798-1827), Granville (1786-1836), Billinghurst (1782-1841), Bathurst (1796-1844) y Bauness (1797-1855).