Coloso espacial

La NASA reveló detalles del astroide "potencialmente peligroso" que se aproxima

La NASA está preparada con protocolos y estrategias de defensa para mitigar los posibles impactos. Un asteroide del tamaño de 2024 ON no ha impactado la Tierra desde tiempos prehistóricos.

Ciudadano.News

Por Ciudadano.News

19 Septiembre de 2024 - 10:59

Imagen ilustrativa. — Web

La Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de EEUU (NASA), se encuentra en alerta ante la proximidad de un asteroide que ha sido clasificado como "potencialmente peligroso". Denominado 2024 ON, este asteroide cuenta con dimensiones impresionantes, alcanzando aproximadamente los 350 metros de largo por 180 metros de ancho. Para poner en perspectiva su tamaño, se asemeja a un estadio de fútbol.

Un asteroide es un cuerpo celeste rocoso que se distingue por ser menor que un planeta enano y mayor que un meteoroide, con una longitud que generalmente no excede los 1.000 kilómetros. La mayoría de estos asteroides se encuentran en el cinturón de asteroides, una región del sistema solar situada entre Marte y Júpiter. Otros se concentran en los puntos de Lagrange de Júpiter, mientras que muchos más cruzan las órbitas de los planetas. Su forma suele ser irregular y con bordes dentados.

Actualmente, el asteroide se encuentra a una distancia de 621.000 millas (cerca de 999.400 kilómetros) de la Tierra. Aunque esta distancia no supone un riesgo inmediato, es relativamente cercana desde una perspectiva astronómica. Según Davide Farnocchia, ingeniero del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, eventos similares, en los que asteroides de estas características se aproximan a nuestro planeta, ocurren con una frecuencia de entre cinco a diez años.

El último incidente significativo de un meteorito ocurrió en 2013, cuando uno impactó en la región de Chelyabinsk, Rusia, causando una onda expansiva que generó daños materiales considerables. No obstante, Farnocchia aclara que un asteroide del tamaño de 2024 ON no ha impactado la Tierra desde tiempos prehistóricos.

¿Cuán amenazante es realmente?

A pesar de la etiqueta de "potencialmente peligroso", la NASA asegura que el asteroide 2024 ON no representa una amenaza inminente. Para ser considerado un peligro real, el asteroide tendría que acercarse a unos pocos cientos de millas de la Tierra. Farnocchia explica que, tras evaluar las posibilidades de colisión tanto en el corto como en el largo plazo, no hay indicios de que 2024 ON pueda impactar nuestro planeta en los próximos cien años.

A pesar de ser considerado un "objeto potencialmente peligroso", la NASA confirmó que no hay riesgo de impacto en el futuro cercano.

Sin embargo, el 2024 ON no es el único objeto celeste que pasará relativamente cerca de la Tierra en el corto plazo. Otros asteroides están en trayectorias que los llevan a distancias que varían entre 1,1 y 3,9 millones de millas (1,7 millones y 6,2 millones de kilómetros). Entre ellos, el asteroide 2013 FW13, con un diámetro cercano a los 510 pies, se acercará a nuestro planeta el miércoles.

El seguimiento de los asteroides por parte de la NASA

La NASA utiliza el sistema Asteroid Watch Dashboard para monitorear y rastrear asteroides y cometas que podrían acercarse a la Tierra. Esta plataforma ofrece información en tiempo real sobre el tamaño, la velocidad y la distancia de estos objetos en relación con nuestro planeta.

El sitio web de la NASA indica que el tablero de control muestra los próximos cinco acercamientos de asteroides a una distancia de hasta 4,6 millones de millas (7,5 millones de kilómetros). Un objeto de más de 150 metros que se acerque a esta distancia se considera "potencialmente peligroso".

Aunque el asteroide 2024 ON no representa una amenaza inmediata, su tamaño y cercanía lo convierten en un objeto de vigilancia constante. 

La NASA está preparada con protocolos y estrategias de defensa para mitigar los posibles impactos en caso de detectar un asteroide con una trayectoria de riesgo real en el futuro. La vigilancia continua de estos cuerpos celestes es crucial para prevenir eventos similares al de Chelyabinsk o incluso más graves, a pesar de que las probabilidades de colisiones de gran magnitud siguen siendo bajas.