El lamentable episodio tuvo lugar en un jardin de infantes de Feixan, provincia de Shandong, en China. El momento de tensión se produjo a raíz de un desperfecto en la traba en la puerta del baño donde el menor se encontraba encerrado, por lo cual algunos docentes habían acudido para pedirle que esperara y que no saltara.
Sin hacer caso a la insistencia de los mayores, y después de varios minutos caminando en la cornisa, el niño decidió dejarse caer desde el tercer piso. Afortunadamente, el encargado de seguridad del establecimiento esperaba atento abajo y logró tomarlo de una pierna, pero no pudo evitar que el pequeño se golpeara en la frente, lo que le provocó una pequeña fractura.
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