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Tiene 45 años y gasta millones de dólares para 'regresar' a los 18

Se trata de Bryan Johnson, un empresario estadounidense que sigue los protocolos de una empresa dedicada a la medicina regenerativa

Por Redacción

24 de marzo, 2023 - 09:01

Es dueño de una compañía de biotecnología que desarrolla cascos para comunicar al cerebro con computadoras. Fue fundador de una empresa de procesamiento de pagos, que luego vendió a eBay por 800 millones de dólares. Y hace dos años lanzó el proyecto Blueprint, con el que analiza 78 órganos del cuerpo. Se llama Bryan Johnson, y está decidido a retrasar el envejecimiento.

 

El empresario tiene 45 años y, junto a una empresa dedicada a la medicina regenerativa, hace pruebas en su propio cuerpo: "Desde que me levanto hasta que me acuesto, toda mi vida gira en torno a 100 acciones y requisitos planificados en un protocolo basado en la ciencia y la medición". De esta manera, Johnson creó su propio plan para invertir el envejecimiento de las células del cuerpo y conseguir lo que es casi imposible: volver a tener 18 años.

Sin embargo, esto no es fácil de lograr. El hombre tuvo que recurrir a su fortuna para intentar doblegar a la naturaleza. Su propio proyecto, el Blueprint, analiza muestras de sangre, saliva, heces y orina propias de Johnson. Son cientos de mediciones en todo el cuerpo, a intervalos frecuentes. Los datos se recopilan y se estudian órgano por órgano, y se comparan con los de una persona sana de 10, 20, 30 y 40 años.

 

"Reunimos todas las pruebas, creamos unas pautas clínicas, y luego pusimos en práctica los protocolos", dice Johnson, y añade: "Mi estilo de vida diario es resultado de ese proceso". Y todo esto nació de un click en la vida del empresario, que había llegado a tener estrés, sobrepeso, y se encontraba profundamente deprimido y al borde del suicidio. "Eso me animó a cuidar mi cuerpo", dice el hombre, que ahora actúa bajo la dirección del médico Oliver Zolman, médico especializado en medicina regenerativa.

 

 

Zolman creó en el 2021 una empresa llamada 20one Consulting, con sede en el Reino Unido, que ofrece una serie de programas para retrasar el envejecimiento. "Mi objetivo es demostrar, mediante bioestadística, una reducción del envejecimiento del 25% para el año 2030", dice el médico. Pero ninguno de los clientes de Zolman es tan aplicado como el empresario de 45 años: "Trabajo con atletas y famosos de Hollywood, y nadie va tan al límite como Bryan", afirma.

 

En qué consiste el tratamiento de Bryan Johnson

Johnson comienza el día levantándose a las 5 de la mañana, con la ingesta de varios suplementos y medicamentos. A continuación, se pesa en una balanza de alta tecnología que mide su peso, su grasa corporal y su nivel de hidratación. Allí mismo se toma su temperatura corporal, y luego se prepara el "Gigante Verde": una bebida que contiene creatina, flavanoles de cacao y péptidos de colágeno.

El siguiente paso es colocarse una gorra en la cabeza que bombea luz roja al cuero cabelludo, para estimular el crecimiento del pelo. Le sigue una larga lista de dispositivos que controlan la temperatura corporal, la glucosa en sangre, las variaciones de la frecuencia cardíaca y los niveles de oxígeno mientras duerme.

 

Hay mediciones constantes en cada parte de su cuerpo: resonancias magnéticas, ecografías de cuerpo completo, análisis de orina, heces, saliva y sangre. Y a cada tanto se somete a pruebas específicas para monitorear riñones, próstata, tiroides y el sistema nervioso. El siguiente paso es el ejercicio: rotaciones de tobillos, diez minutos de arrastre con trineo, nórdicos, nórdicos inversos, y otros para aumentar la fuerza de su diafragma.

 

 

El desayuno consiste en varios kilos de verduras, como brócoli, ajo y jengibre, antes de las 7 y media de la mañana. Y en cuanto al resto del cuerpo: exfoliaciones con láser y ácidos, reparaciones por daños con cremas y el uso del resveratrol. Todo este programa está documentado en este sitio

Según Bloomberg Businessweek, el régimen cuesta casi dos millones de euros al año. Johnson imagina un mundo en el que la gente viva hasta 120 o 150 años. "No todo el mundo tiene esta infraestructura, ni mi fuerza de voluntad para cumplir con el protocolo", dice el empresario.