|20/10/22 01:00 PM

¿Se puede distinguir el hambre emocional del real?

Especialistas aseguran que es imposible separar el hambre de las emociones, pero lo importante es saber identificarlas y optar por estrategias saludables 

20 de octubre, 2022 - 13:00

Las emociones permiten a la persona adaptarse a las distintas situaciones que les toca vivir y la alimentación no queda al margen de esto. Pero cuando las estrategias para manejarlas no son las óptimas o más saludables, causan un efecto indeseado, que terminan condicionando desde la conducta hasta los hábitos.

Las emociones son respuestas psicofisiológicas de los individuos a estímulos internos o externos e influyen en diferentes niveles, según cada persona.  

Según manifestó el nutricionista Bruno Rodríguez, en diálogo con Ciudadano News, "es imposible separar el hambre de las emociones. Si bien la principal función de alimentarnos es fisiológica, la comida está muy relacionada con el placer, los recuerdos, los vínculos, por eso siempre digo que la comida es mucho más que un alimento".

 

Hambre emocional vs. hambre fisiológico

Hay quienes ante distintas circunstancias se sienten con más o menos hambre, ya sea por angustia, felicidad, miedo, excitación u otra emoción, lo que termina corriendo a la persona de su rutina alimentaria habitual. 

Esto deja por sentado que la alimentación emocional es algo habitual, que forma parte de la cultura de los seres humanos y no tiene por qué resultar negativo para las personas. 

Si se compara este tipo de hambre con el 'real', Rodríguez aclaró: "El hambre fisiológico es progresivo, paciente, podemos cubrirlo con cualquier alimento, dejás de comer cuando estás satisfecho y al terminar sentís sensación de bienestar".

"El hambre emocional aparece de golpe, es urgente, te pide un alimento específico, por más que comas seguís con hambre y puede generar sensación de culpa", agregó.

 

 

En la misma línea, el especialista dijo que "el desafío es poder identificarlos en la práctica y ser consciente por qué comemos".

Cuando las emociones invaden, generalmente se quiere recurrir a alimentos poco habituales, como helado, chocolate, golosinas o snacks, entre otros, "buscando una sensación de placer como vía de escape", agregó.

No obstante, "querer tapar una emoción con un alimento, es como querer tapar el sol con un dedo", señaló el nutricionista.

 

Alimentos que generan mayor saciedad

El hambre emocional "no se puede combatir", sostuvo Rodríguez, destacando que "tenemos que reconocer las emociones, validarlas y buscar estrategias para manejarlas".

 

Lo ideal es buscar un mayor aporte de alimentos naturales y menor aporte de alimentos ultraprocesados.

 

"Querer tapar una emoción con un alimento, es como querer tapar el sol con un dedo", señaló el nutricionista, quien advirtió que es una buena opción distraer estos episodios con actividad física, escuchando música, meditando o hablando con algún ser querido, por ejemplo.

Existen alimentos que generan más saciedad que otros, gracias a su aporte de nutrientes. Algunos de estos son: 

  • Huevo, pescado, pollo, queso, carnes, legumbres (aporte proteico).
  • Vegetales, semillas, legumbres, cereales integrales (aporte de fibra).

"Es importante recordar que todos necesitamos el apoyo de un profesional de la psicología, que nos ayude a gestionar nuestras emociones", cerró el profesional.