|26/04/23 09:20 PM

Crematomanía: la obsesión desmedida por el dinero

La persona que la padece suele anteponer cualquier cosa con tal de incrementar sus riquezas. No le importa dejar de lado su familia, sus amigos, su dignidad y otros valores

Por Redacción

26 de abril, 2023 - 21:20

La obsesión por el dinero es reconocida en el ámbito de la psicología con el término ‘crematomanía’. Si bien es cierto que el dinero es necesario para muchos ámbitos de la vida, esta condición, al igual que otras manías, trae consigo consecuencias a nivel individual y social.

La persona que la padece suele anteponer cualquier cosa con tal de incrementar sus riquezas. No le importa dejar de lado su familia, sus amigos, su dignidad y otros valores, si eso implica ganar más dinero.

Tal y como su nombre lo indica, la obsesión por el dinero implica que, para la persona, el mundo se reduce a una preocupación excesiva y desmedida por los asuntos monetarios.

Al analizar una situación para tomar una decisión, pierde de vista todos los factores implicados, enfocándose solo en el dinero. ¿Cómo reconocerlo? A continuación, sus principales síntomas:

Todo el mundo personal gira en torno a la plataLas conversaciones se tornan monotemáticas; cuánto gana una persona, cómo generar más ingresos, etcétera. A veces, el individuo puede volverse adicto al trabajo, ya que le provoca satisfacción saber que esto le permite aumentar su capital.

Sentirse mal al gastar dinero

Los planes que implican gastos suelen generarles ansiedad o malestar. De hecho, pueden evadir invitaciones o encuentros para no tener que hacer uso del dinero que tienen guardado.

Trastornos del sueño

El pensamiento sobre lo monetario se torna tan obsesivo que acapara toda la atención. Incluso, puede generar trastornos del sueño. La persona no para de pensar cómo ganar más dinero o cómo evitar gastar el que ya tiene.

Deseo sin límite

No importa la cantidad de dinero que posean, nunca es suficiente. En consecuencia, el crematomaníaco suele permanecer atrapado entre sus sentimientos de insatisfacción y frustración.  

Descuido personal

Ponen tanto cuidado a sus gastos, que muchas veces se descuidan a sí mismos. Por ejemplo, no invierten en actividades que les genera placer, ya que empiezan a verlas como un 'mal gasto'.
De hecho, pueden descuidar su apariencia personal –usan indumentaria gastada o en precarias condiciones con tal de evitar el gasto–, no hacen compras de medicamentos, entre otras cosas.

Pérdida de valores

Obsesionarse con el dinero puede llevar a que las personas pierdan sus valores, se comporten de manera inescrupulosa e incluso se impliquen en actividades ilegales.

Dificultades sociales

Estas personas pueden sentir desconfianza hacia las personas, pues creen que quieren entablar una relación por dinero o que las quieren perjudicar. También pueden experimentar envidia cuando perciben que alguien tiene más capital que ellos.

No es reconocida como una patología 

Es importante tener en cuenta que la obsesión por el dinero no es reconocida como una patología o un trastorno en los manuales diagnósticos. Sin embargo, esto no impide reconocer que puede convertirse en un problema.
En este sentido, para saber si la relación con el dinero es funcional o disfuncional, una persona deberá evaluar quién domina a quién.