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Método Montessori: la importancia en la educación de los niños

Este modelo educativo que tiene como objetivo básico liberar el potencial de cada niño para que desarrolle sus habilidades en un ambiente adecuado

Por Redacción

19 de agosto, 2022 - 17:00

El método Montessori es un sistema alternativo de educación ideado a finales del siglo XIX por la educadora y médica italiana María Montessori. Este modelo educativo se caracteriza en poner énfasis en la actividad dirigida por el niño y en la observación clínica por parte del maestro.

Esta observación tiene la intención de adaptar el entorno de aprendizaje del niño a su nivel de desarrollo. El objetivo básico de este método es liberar el potencial de cada niño para que se desarrolle en un ambiente estructurado. La idea es que los niños sigan sus instintos, sean sus propios maestros y desarrollen sus capacidades y preferencias personales, es decir, que se construyan a sí mismos. 

El ambiente preparado ofrece al niño oportunidades para comprometerse en un trabajo interesante, elegido libremente, que propicia prolongados períodos de concentración que no deben ser interrumpidos. La libertad se desarrolla dentro de límites claros que permite a los niños convivir en la pequeña sociedad del aula.

En diálogo con el programa El Interactivo de Ciudadano NewsSebastián Roda, director general del Noordwijk Montessori School, y Valeria Sen, directora y fundadora del colegio, contaron de qué se trata este modelo de aprendizaje. "Hoy en el colegio celebramos la niñez con todos los alumnos, hemos hecho una pijamada con todos y estamos trabajando con pijamas", aseguró Sebastián.

“Hay un concepto principal en el método. Cuando lo diseñó la doctora Montessori, ella propuso la metodología de reconocer que el sistema no ofrecía de alguna manera lo que la necesidad de las nuevas generaciones presentaba. Si bien tiene muchos años, esto también es actual. Si queremos resultados distintos, tenemos que hacer las cosas distintas. María Montessori planteaba al niño como un ser biosocioemocional, esto implica más de una variable que no es solo la académica. Tiene que ver con cada etapa de desarrollo, un carácter social del aprendizaje y el vínculo de las emociones en cada proceso”, continuó.

En ese sentido, el especialista cuenta: "Lo más importante es pensar para qué hacemos nuestra tarea. El proyecto fundamenta cada acción que llevamos adelante en el para qué. Qué queremos que los alumnos desarrollen. Los tiempos son más veloces y de hecho algunos alumnos inician sub escolaridad este año y podrán elegir carreras que aún no existen. Es un poco educar en la incertidumbre, no es desarrollo de contenidos, sino de habilidades que le permitan a cada niño no solo conocer su potencia, fortaleza, debilidades que tiene para mejorar y también la conciencia en que se hace ese proceso".

Por su parte, Valeria agrega: "Yo creo que ninguna alternativa educativa es mala, no es que aprendemos mal o bien. Lo importante es preguntarnos qué nos queda de ese aprendizaje. No es que no aprendiste, es que no fue significativo para tu vida. Desde nuestra mirada el aprendizaje debe ser significativo, gustoso y disfrutable; sentarse en un pupitre y mirar al pizarrón, con todo lo que implica, no siempre se disfruta como niño. En cambio, si eso se lleva a la práctica, en el trabajo consciente, donde hay todo un proceso para aprender, es diferente. Es más satisfactorio y significativo eso que estás aprendiendo".