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Meterse el dedo en la nariz puede causar daños cerebrales

Un grupo de investigadores de la Universidad de Griffith demostraron que una bacteria puede viajar a través del nervio olfativo de la nariz hasta el cerebro provocando graves consecuencias

Por Redacción

07 de noviembre, 2022 - 20:02

Un experimento con ratones relaciona la infección de las vías respiratorias por Chlamydia pneumoniae con el riesgo de padecer demencia, lo que, de ser cierto para los humanos, indicaría que hurgarse la nariz es muy peligroso.

La bacteria Chlamydia pneumoniae puede infectar el sistema nervioso central, según el estudio realizado en los roedores que desencadena respuestas que coinciden con las observadas en las personas que padecen la enfermedad de Alzheimer, en particular, la acumulación de placas de la proteína beta amiloide, que es la principal forma de distinguir el Alzheimer de otras formas de demencia.

Los datos de la investigación fueron difundidos en Scientific Reports y fueron realizados por científicos de la Universidad de Griffith, que descubrieron que la Chlamydia pneumoniae contrajo el nervio que se encuentra entre la cavidad nasal y el cerebro, utilizándolo como una vía para invadir el sistema nervioso central. 

“Somos los primeros en demostrar que Chlamydia pneumoniae puede subir directamente por la nariz y llegar al cerebro, donde puede desencadenar patologías que se parecen a la enfermedad de Alzheimer”, declaró el profesor James St. John, director del Centro Clem Jones de Neurobiología e Investigación de Células Madre. “Vimos que esto sucedió en un modelo de ratón, y la evidencia también es potencialmente aterradora para los humanos”.

 

 

A los virus y bacterias les resulta fácil llegar al cerebro a través del nervio olfativo porque está expuesto al aire y a través de él evitan la barrera hematoencefálica y pueden penetrar en el cerebro. El profesor St. John ha indicado que hay que proteger el revestimiento interno de la nariz para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer de aparición tardía, y que “pellizcarse la nariz y arrancarse los pelos de la nariz no es una buena idea”, ya que “no queremos dañar el interior de nuestra nariz y pellizcarnos y depilarnos puede hacerlo”.

Según el profesor St. John, las pruebas de olfato también pueden tener potencial como detectores del alzhéimer y la demencia, porque la pérdida del sentido del olfato es un indicador temprano del alzhéimer, por lo que sugiere que realizar pruebas de olfato a las personas a partir de los 60 años podría ser útil para detectar precozmente este tipo de demencia.

“Una vez que pasa de los 65 años, su factor de riesgo aumenta, pero también estamos analizando otras causas, porque no es solo la edad, también es la exposición ambiental. Y creemos que las bacterias y los virus son críticos”.