Cómo evitar un golpe de calor y cuidar a niños, adultos mayores y mascotas
Todas las recomendaciones para mantenerse sano y fresco en medio de una ola de altas temperaturas. Además, síntomas comunes y cómo actuar en casos de alarma
Por Redacción
Aunque oficialmente todavía no empezó el verano, las temperaturas no dicen lo mismo. En todo el país ya se siente un calor extremo y resulta indispensable saber cómo prevenir golpes de calor y cuidar a los grupos que más lo necesitan: niños, adultos mayores y mascotas.
En ese sentido, hay varias recomendaciones a tener en cuenta, como también los síntomas más comunes y situaciones alarmantes. Desde las prendas a usar, cómo hidratarse y alimentarse hasta cómo actuar en estos casos, en esta nota dejamos todos los detalles a tener en cuenta para pasar el verano de la mejor manera posible.
¿Cómo identificar un golpe de calor? Síntomas
Como resultado de la exposición a temperaturas muy altas, el propio cuerpo sube mucho de temperatura y ahí es cuando puede provocarse un golpe de calor, que tiene diversos síntomas de alarma que es necesario conocer para saber cómo prevenirlo y a su vez actuar rápidamente:
- Dolores de cabeza
- Sed intensa y sequedad en la boca
- Sensación de calor sofocante
- Sudoración excesiva (en los bebés puede presentarse la piel irritada por el sudor)
- Dolores de estómago, náuseas y vómitos
- Taquicardia
- Hiperventilación
- Mareos o desmayos
- Fatiga y debilidad general
- Disminución de la coordinación muscular
- Fiebre alta
- Irritabilidad
- Confusión
- Pérdida de lucidez o de la conciencia, delirio o covulsiones
Todos estos síntomas pueden presentarse en cualquier persona, pero hay que tener especial cuidado cuando se trata de niños, adultos mayores, personas con enfermedades o sobrepeso y mascotas.
¿Qué hacer si una persona o mascota tiene un golpe de calor?
Para evitar el golpe de calor, se aconseja tomar agua con más frecuencia, mantenerse hidratado, evitar el sol y bebidas o alimentos muy pesados. Además, toda ventilación o sombra que se pueda aprovechar podrá enfriar un poco el ambiente.
En caso de llegar a esta situación, es importante actuar rápido y tener números de emergencia a mano, como el 911. En primer lugar se sugiere una ducha fría para estabilizar el organismo y regular la temperatura. Se calcula que, de 15 a 20 minutos bajo el agua, se puede bajar entre 3°C y 4°C la temperatura corporal.
Por otro lado, en casos más extremos, se recomienda acudir a una guardia sanitaria o llamar a una ambulancia. Por su parte, es vital mantener a las mascotas en lugares ventilados, a la sombra, descansando y con agua limpia y fresca permanente. Además, se recomienda no sacarlos a pasear en horarios de mucho calor. En caso de que estén sufriendo un golpe de calor, se podrá identificar con los jadeos intensos, lamidos, sudoración a través de las patas y respiración acelerada.
¿Cómo cuidarse en una ola de calor? Recomendaciones
Hay varios aspectos a recordar, entre ellos estar atentos a las alertas que envía el Sistema Meteorológico Nacional, ya que no será lo mismo una alerta roja, naranja o amarilla. Para cuidarse en medio de altas temperaturas, los consejos son:
- Cuidar la hidratación y la alimentación (mucha agua, frutas, verduras, alimentos livianos, jugos naturales sin azúcar y, a los lactantes, dar el pecho con mayor frecuencia).
- No exponerse al sol en exceso, principalmente de 10 a 16 (en menores de un año nunca).
- Evitar el ejercicio físico y esfuerzos.
- Evitar bebidas con cafeína, exceso de azúcar (gaseosas) y alcohol.
- Evitar bebidas muy frías o muy calientes.
- Evitar comidas pesadas y abundantes.
- Permanecer en lugares ventilados y frescos.
- Usar ropa holgada, liviana y clara.
- Cuidar y prestar especial atención a niños, mayores y personas vulnerables.
- Nunca permanecer ni dejar a alguien en un vehículo estacionado y cerrado.
- Sentarse y descansar, sobre todo al sentir cansancio o mareo.
- Las mascotas deben tener siempre agua fresca.
- Usar gorros y protector solar.
- Mantener los alimentos frescos, sobre todo dejar en la heladera aquellos que puedan echarse a perder.
- Descartar los alimentos que perdieron la cadena de frío (olor, color o textura anormales), como también aquellos perecederos que estuvieron más de dos horas fuera de la heladera (carne, pollo, pescado, huevos y sobras).