|04/05/22 03:22 PM

Bullying en Mendoza: "Hay más agresión y se potencia con las redes"

Una ONG local puntualizó que desde casa se deben generar espacios y tiempos para la reflexión sobre esta problemática

05 de mayo, 2022 - 09:53

El bullying o acoso escolar es un tema que en generaciones anteriores se normalizaba, pero que actualmente ha despertado alertas en distintos sectores por la violencia y cotidianidad con la que se presenta, ya que en los últimos meses se han registrado casos de gran trascendencia tanto a nivel local y nacional.

En declaraciones con Ciudadano News, Florencia Abasolo, licenciada en Psicología, especializada en Educación y miembro de Abume (Asociación de Bullying Mendoza), indicó: "Esto no es una problemática actual, siempre hubo, pero lo que sí hay es más agresión, la cual se potencia con las redes sociales".

Lo virtual favorece en que el impacto sea más amplio, porque en poco tiempo se propaga. En cuanto al rol de la familia o los adultos responsables, destaca que amerita un trabajo constante: "Diariamente podemos ir configurando y construyendo una relación de confianza, a veces desde casa no se generan espacios ni tiempos para la reflexión, la impulsividad y las obligaciones materiales nos lleva a un ritmo que no nos da lugar a pensar lo que sucede, no se está predispuesto a escuchar. Es importante disminuir la impulsividad, el ritmo acelerado que incide en que la convivencia se experimente desde la pura reacción y defensa, sin mediar tramitación, gestión emocional o conductas más deliberadas, manifestó.

Por las alertas o signos que los adultos responsables pueden distinguir en una víctima de bullying, la profesional detalló: "Las conductas más frecuentes tienen que ver con el aislamiento y la desmotivación. El joven empieza a tener miedo y comienza a activarse su sistema defensivo, que lo lleva a la inhibición de su expresión afectiva. Siempre es importante en las familias poder distinguir cuándo es acoso escolar. Esta asimetría de poder y esta conducta reiterada en el tiempo es lo que va menoscabando la integridad emocional de la persona", a diferencia de otros conflictos de la convivencia escolar que pueden tener otros abordajes.

A lo que agregó: "Lo que uno va percibiendo es el cambio de conducta,  inhibitorias, angustia, paralización, por eso es importante estar alerta ante estos cambios abruptos  que también van acompañados en la disminución del rendimiento escolar, ya que la afectividad influye en todas las funciones cognitivas". "Como padres podemos ver bajo rendimiento, baja en las notas, ansiedad, crisis de angustia, episodios donde el chico lo somatiza, es decir, expresa físicamente el conflicto: puede notarse transpiración, palpitaciones, nervios u otras afecciones físicas sin causas orgánicas aparentes, por enfrentar esa situación", detalló la especialista

 

 

La familia del chico que hace bullying

Si bien no se debe generalizar, Abasolo reconoció: "Debemos tener, como adultos, la apertura para poder analizar una multiplicidad de variables, ya que ante una situación de ataque, ya sea que lo están hostigando o lo están señalando como el agresor, está el padre que viene impulsivamente a defender a su hijo. Existe esa protección, por eso es tan importante para los grandes poder desidentificarnos de nuestro apego por un momento para poder analizar de forma objetiva que es lo que está pasando con nuestro hijo, mediando la reflexión, el análisis y así favorecer procesos de aprendizaje a partir de la dificultad".

"Si los adultos nos comportamos de manera impulsiva, y con nuestros juicios no superamos las discordias y protegemos a 'lo nuestro”a como dé lugar, no favorecemos que crezca la empatía, el respeto y la apertura hacia de los matices, la diversidad o las diferencias".

Es necesario superar las dicotomías tajantes de víctima- victimario, el que agrede también puede estar pasando por una situación complicada, por lo que hay que analizar qué es lo que está sucediendo con él. Hay que trabajar con conciencia en la responsabilidad y la identidad de la persona, ya que si le genera satisfacción el dañar a alguien, o menoscabar al otro, debemos profundizar en el desarrollo personal: verdaderamente cuando hay valoración a la vida, respeto por  uno mismo emerge el respeto por el otro; cuando camino con integridad no es necesario agredir a nadie, ni tener maniobras de liderazgo negativo, la persona se nutre, respeta y admite las diferencias".

Pero todo esto remite a su desarrollo, ya que el niño va incorporando estas posibilidades a partir de sus relaciones, va aprendiendo en función de cómo ha sido tratado. Por este motivo es tan importante trabajar, asimismo, en las matrices sociales y con las familias, ya que los jóvenes expresan dificultades que también están presentes o naturalizadas en los tratos familiares.

Cada conducta reiterada en el tiempo "va construyendo hábitos que luego constituyen rasgos de nuestra identidad. Estos patrones negativos pueden ser asimilados de forma tal, que a la persona le cuesta descentrarse de sí mismo, reconocerlos o ponerse en el lugar del otro, lo cual  va naturalización de la agresión y dificulta la reparación, trascender la limitación o  aprender otras formas de vincularse que admitan contrastes: la diversidad o las diferencias se vivencian como amenaza y por eso se “ataca”, explicó la psicóloga.

 

 

Cifras en Mendoza

Al consultarle sobre los dato en Mendoza, la profesional reconoció que dentro de Abume se encuentran trabajando en conjunto con las instituciones para poder llegar a hacer diagnósticos y tener cifras reales. "Es un compromiso que asumimos por lo que buscamos tener las causas y las respuestas para poder hacerlo más visible", comentó. 

 

Cómo prevenir desde casa

La forma de hablarles y la manera de comunicar influye, por lo que es fundamental a la hora de que el chico no copie ese tipo de hábito. Ante eso, Abasolo dijo: "Como padres y como sociedad debemos estar más comprometidos en garantizar que exista más apertura y apreciación a la diversidad, ya que todos somos sujetos diferentes": "estamos entrenados para destacar aquello que no corresponde con nuestras propias expectativas y la vida no está hecha a nuestra medida”.

Afortunadamente. Como padres es fundamental dedicar tiempo en poder reflexionar, de forma conjunta o intervenir cuando uno está escuchando a su hijo hablar despreciando o utilizando generalizaciones o estereotipos negativos. Poder detenernos y generar un espacio de debate para ampliar los conceptos, entrenar cómo poder decirlo desde otra manera sin ser peyorativo, constituye una forma de ir puliendo otros aspectos más profundos", concluyó.

 

 

Características

Para poder hablar de bullying es necesario que se den una serie de elementos:

  • Que exista una intencionalidad del acosador.
  • Que las acciones de acoso se repitan a lo largo del tiempo.
  • Que exista un desequilibrio de poder físico, social o psicológico entre el acosador y su víctima.
  • Que el acoso se realice siempre sobre el mismo niño o niña

Qué no es bullying

  • Una pelea aislada en el patio.
  • No invitar a la casa a jugar.
  • Discutir por fútbol.
  • Peleas entre dos grupos.
  • No querer ser amigo o juntarse con alguien.
  • Sentir que un compañero no le cae bien.
  • Relacionarse “solamente” con dos o tres compañeros.
  • No querer pasar tiempo con alguien.

 

     

    Tipos de bullying

    Físico

    • Golpear, patear, empujar, romper pertenencias, robar tareas o útiles, ensuciarlo, atarlo, encerrarlo.

     

    Verbal

    • Burlarse, poner apodos/ sobrenombres, insultar, poner en evidencia defectos físicos, menospreciarlo.

     

    Social

    • Hacer el vacío, aislar al hostigado, ignorarlo, difundir rumores, contar intimidades, etc.

    Los tres tipos de intimidación (físico, verbal, social) tienen un componente de maltrato psicológico importante, latente en todos y cada uno de ellos.

     

    Manifestaciones del bullying

    Violencia física

    Es toda acción encaminada a lesionar la integridad física de una persona. Por ejemplo:  golpes, patadas, zancadillas, pellizcos, empujones, tirones de cabello, encerrar u obligar a entrar en algún sitio, entre otros.

     

    Material

    Se entiende por esta forma de violencia, las acciones destinadas a dañar, destruir o tomar sin consentimiento las pertenencias de los y las estudiantes, por ejemplo acciones como: dañar, robar o esconder artículos. Forzar a entregar algún bien personal (dineros u objetos) a cambio de no recibir daños y poder acceder a espacios o servicios en el centro educativo.

     

    Violencia psicológica

    Comprende todas las acciones destinadas a lesionar la integridad emocional de las personas:  molestar, intimidar, humillar, excluir, o alentar la exclusión deliberada,  (por ejemplo, de trabajos en grupo, juegos, equipos deportivos).

    La ley del silencio, son gestos faciales o físicos negativos, miradas amenazantes o despectivas, acoso grupal o colectivo, entre otras. 

    El componente psicológico lo hallamos en todas las formas de bullying.

     

    Violencia sexual

    Hace referencia a aquella manifestación que involucre comentarios, insinuaciones y amenazas con contenido sexual o exhibición explícita sexual entre pares y que no esté tipificado dentro de los delitos sexuales vigentes o dentro de la normativa de acoso u hostigamiento sexual.

     

    Violencia verbal

    Se manifiesta a través del lenguaje.  De igual manera que las otras formas de violencia, busca lesionar a las víctimas.

    Algunas de las manifestaciones son: insultar, calumniar, difamar, esparcir o divulgar un rumor o comentario mal intencionado, hacer comentarios discriminatorios o despectivos (por ejemplo, por características físicas, cognitivas, nacionalidad, diversidad sexual o de género), abusar verbalmente a otra persona o dañar su reputación social.

     

    Datos de Abume

    Asociación Bullying  Mendoza

    Facebook: ABUMEMENDOZA

    Instagram: a.bu.mendoza

    Teléfono: :2613641116/2615189138