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Cuando los padres son víctimas de sus hijos

La violencia filioparental es definida como actos cometidos por un hijo para causar intencionalmente daño físico, psicológico o económico, o para obtener control y poder sobre un progenitor

Por Redacción

30 de mayo, 2019 - 14:46

Actualmente, la violencia está muy presente y existe un gran número de víctimas de violencia en diferentes contextos. Existen mujeres víctimas de violencia de género, niños que sufren acoso escolar, trabajadores que son víctimas de acoso laboral y un sinfín de ejemplos más.

En el año 2002, la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la violencia como “toda acción u omisión intencional que, dirigida a una persona, tiende a causarle daño físico, psicológico, sexual o económico”. En este sentido, el concepto de violencia abarca diferentes áreas, incluida la familiar. Aquí nos centramos en un tipo de violencia concreta, la ejercida de hijos a padres, la cual es un tipo de violencia invisible. Es lo que se conoce con el concepto violencia filioparental.

Qué es la violencia filioparental

Pereira (2006) define la violencia filioparental como “las conductas reiteradas de violencia física (agresiones, empujones, golpes), verbal (insultos, amenazas) o no verbal (gestos amenazadores, ruptura de objetos) dirigida a los padres o a los adultos que ocupan su lugar”.

La violencia filioparental (abreviatura VFP) hace referencia a la violencia o la amenaza de malos tratos de un hijo hacia su padre y/o madre para restarle poder. De esta manera, el hijo ejerce comportamientos abusivos, agresivos, intimidatorios, incluidos los actos de violencia física y las tácticas de chantaje emocional. También incluye las amenazas de autolesiones, cuando son utilizadas como forma de ejercer poder y control sobre los progenitores.

 

Cómo se comporta el hijo que agrede

  • Insulta, humilla a sus padres continuamente.
  • Siente una pobre empatía por sus progenitores.
  • Es impulsivos, con baja tolerancia a la frustración.
  • Se muestra irritable, con dificultades para controlar la ira.
  • Golpea objetos cuando se enfada.
  • En ocasiones, agrede físicamente a sus progenitores (empujones, golpes, patadas).
  • Exige e impone normas en el hogar.
  • Recurre a amenazas y chantajes para conseguir lo que quiere.

 

Cómo se comporta un padre y/o madre víctima de VFP

  • Evita situaciones para no incomodar a su hijo.
  • Siente vergüenza de reconocer el problema ante los demás y frustración por lo que está viviendo.
  • La conducta del hijo les intimida, les produce miedo.
  • Se siente frustrado y confuso, no sabe cómo actuar.
  • Se siente amenazado y obligado a darle a su hijo lo que desea.

 

Prevención de la violencia filioparental

Recientes investigaciones relacionan el estilo parental excesivamente permisivo como un factor de riesgo de la VFP. El estilo parental permisivo hace referencia a la ausencia de normas y reglas, donde los padres no asumen su rol como educadores, por lo que no son percibidos como figuras de autoridad a respetar, provocando que el hijo piense que puede cumplir todos sus propósitos sin ningún tipo de límites.

El estilo educativo más saludable es el democrático. Los padres democráticos son firmes y establecen límites claros, aunque también tienen en cuenta el punto de vista de su hijo y le muestran cariño y afecto. Los padres democráticos explican las consecuencias negativas de las conductas no deseadas y refuerzan a su hijo cuando llevan a cabo una conducta deseada.

En este estilo parental, los hijos y padres expresan lo que sienten, hablan de sus emociones, a la vez que establecen límites claros de lo que está bien y lo que no con sus respectivas consecuencias. En definitiva, el estilo democrático se caracteriza por una adecuada comunicación con una correcta disciplina, un ambiente donde prima la confianza y la comprensión.