Un poquito de Europa en Argentina

¿Qué me dirías si te digo que no hace falta viajar tan lejos para poder ver magníficos castillos?

Quizás no lo sepas, pero nuestro país aún conserva muchos de estos magníficos castillos que alguna ves fueron el hogar de familias de la aristocracia Argentina. 

Hoy muchos de ellos, lamentablemente, se encuentran en abandono pero para nuestra suerte otros han sido transformados en cascos de estancias abiertas al turismo, que nos brindan la posibilidad de ir a pasar unos días de descanso absoluto, en compañía de nuestras parejas o de nuestros hijos, ya que la mayoría tiene planes familiares con actividades para todas las edades.

En Somos Mujeres hicimos una selección de los que más atrajeron nuestra atención, inclusive elegimos uno aquí muy cerquita, en Mendoza. Pero ¡atenti! que hay muchos más y vale la pena descubrirlos...

Estancia la Candelaria, Lobos, provincia de Buenos Aires (1890)

Con más de 100 hectáreas, este hermoso parque que rodea el castillo central, fue diseñado por el famoso Carlos Thays creador, entre muchos otros, del parque General San Martín. 

Hoy este sitio nos ofrece una estancia de recreo y descanso.... Un verdadero hotel de lujo, con diversas actividades que van desde clases de polo, shows folclóricos, clases de empanadas argentinas, clases de yoga, spa, entre muchas otras más.

Villa María, Ezeiza, Buenos Aires (1927)

Escenario de un sinfín de películas y novelas, esta estancia hoy funciona como hotel boutique en el que se nos permite realizar numerosas actividades, como practicar golf, polo, tenis, voley, fútbol, cabalgatas y, en especial, disfrutar de una arquitectura rodeada de verde. 

Muebles de época, grandes ventanales, pisos en dameros, hogares a leña y habitaciones con nombres propios, son lo que hacen de este hermoso castillo el lugar ideal para escaparse a una película de princesas.

La Fortuna, Saltó, Buenos Aires (1902)

Este palacio de estilo francés, hoy es el hogar de un hotel que puede albergar solo hasta 16 huéspedes, ya que en 2009 se restauró todo el edificio manteniendo su encanto y glamour original, pero adaptándolo a la tecnología actual. 

Estancia Huetel, 25 de Mayo, Buenos Aires (1906)

Rodeado por 400 hectáreas de densa vegetación, el castillo de impronta francesa al estilo Luis XIII, contrasta con el paisaje rural de la zona.

El duque de Windsor fue uno de los huéspedes más célebres de la estancia. Según cuentan las crónicas de la época, llegó en tren hasta el corazón del establecimiento, que disponía entonces de un ramal de ferrocarril y de un andén propio.

Josefina Sánchez Álzaga Larreta, heredó la propiedad y fue la responsable de mantener el resplendor del lugar. El majestuoso palacio sigue habitado por los herederos. Son muchos los curiosos que se acercan con ganas de conocerlo. Sin embargo, el hermetismo es constante: solo el círculo más íntimo tiene acceso.

Hotel Castillo, Valle Hermoso, Córdoba (1870)

Este uno de mis preferidos por los recuerdos que guardo de él, en uno de mis viajes de pequeña.

Hoy pertenece a la familia Fábrega. Estos lo adquirieron en ruinas en 2002 y lo transformaron en el primer y único hotel 5 estrellas, fuera de una ciudad capital en Argentina.

El mismo opera como hotel especializado en turismo familiar, eventos corporativos y programas de capacitación.

Cuenta con espacio de danzas, un atelier de artes plásticas en lo alto de una torre, una sala de ensayo de música con instrumentos profesionales, un cine, un estudio de fotografía, lugares para realizar distintos deportes de exterior e interior y mucho, mucho más!

Sin duda, un lugar pensado para toda la familia.

Chateau D’Ancon, Tupungato, Mendoza (1933)

Un magnífico castillo construido al pie de Los Andes, esta residencia de 2.480 metros cuadrados fue hecha para las vacaciones de verano de la familia Bombal.

Se encuentra rodeado por un parque con árboles centenarios, diseñado por el paisajista Carlos Thays.

Actualmente recibe huéspedes desde el 15 de octubre hasta el 1º de mayo.