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Bronquiolitis: medidas higiénicas para cuidar a nuestros niños

La enfermedad respiratoria suele aparecer con el comienzo de las bajas temperaturas, y los más comprometidos son los pequeños menores de dos años

Por Redacción

26 de mayo, 2023 - 10:44

Llega el invierno y con él, una amenaza que cada año vuelve a arremeter: la bronquiolitis.

Esta patología consiste en una inflamación y acumulación de moco en las vías aéreas más pequeñas de los pulmones de los niños, especialmente los menores de dos años. Producida por el virus sincicial respiratorio, es una enfermedad que puede ser combatida con prácticas sencillas en el hogar.

 

 

La médica Valeria El Haj, directora médica nacional de la mutual OSPEDYC, explicó que "más de la mitad de los bebés están expuestos a este virus en su primer año de vida, y además del sincicial respiratorio, pueden aparecer otros virus que causan esta patología: el adenovirus, la influenza y la parainfluenza son parte de esa familia".

La propagación de este virus se da cuando entra en contacto directo con las secreciones de nariz y garganta, y que provengan de alguien que tenga la enfermedad. "Esto puede pasar cuando otro niño o un adulto tose o estornuda cerca, y las microgotas que lanza al aire son inhaladas por el bebé. Lo mismo puede ocurrir si toca juguetes u objetos al alcance del niño", detalló la profesional.

Y aquí viene lo paradójico: la bronquiolitis puede combatirse con una medida tan sencilla como airear la casa.

Una buena ventilación es clave para hacerle frente a una enfermedad que encuentra su nido en lugares cerrados y la contaminación domiciliaria es el motivo principal para que esta patología aumente su potencial.

 

Síntomas de la bronquiolitis

La bronquiolitis suele aparecer en los meses de otoño e invierno y se manifiesta con catarro, congestión nasal, tos y fiebre leve, aunque esta última puede no estar presente. Al avanzar, el virus compromete las vías aéreas más pequeñas, inflama los bronquiolos, y provoca dificultad respiratoria.

Pero la consulta médica es esencial. "Es importante acudir al médico en el caso de observar respiración rápida, aleteo de nariz, quejido respiratorio, rechazo a la alimentación y la presencia de un color azulado en la piel, los labios o las uñas", explica El Haj.

Los niños menores de 3 meses son los más comprometidos, pero también están incluidos los bebés prematuros y los que tienen problemas crónicos como cardiopatías o enfermedades pulmonares.

 

Cómo tratarla

No existe un tratamiento específico. La evolución positiva de los pacientes depende de una oxigenación adecuada y de las medidas de apoyo respiratorio que puedan adoptarse, como la provisión de oxígeno con cánulas, mascarillas u otra indicación del médico.

 

Y la hidratación no debe quedar afuera, junto a una buena alimentación que van de la mano con el proceso evolutivo, que dura aproximadamente dos semanas.

 

Cómo prevenirla

Hay maneras de prevenir esta grave enfermedad y de esta manera cubrir a nuestros niños. Entre ellas figuran:

-Mantener la lactancia materna.
-Colocar las vacunas correspondientes.
-Alejar a los niños del humo de braseros o cigarrillos.
-Lavar frecuentemente los elementos que tocan los niños.
-Proponer el lavado frecuente de manos.

 


-Ventilar los ambientes de la casa al menos una vez al día.
-Alejar a los niños de las personas resfriadas o que tosen.
-No colocar tapabocas a niños menores de 2 años.
-Si el niño está complicado, no llevarlo al jardín maternal.