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Creían adorar a un Jesús negro: era hollín acumulado durante 120 años

Se trata del Cristo de Lepanto, una imagen venerada en Barcelona. Al limpiarlo descubrieron varios colores en su estructura

Por Redacción

05 de mayo, 2023 - 10:22

Durante 120 años lo adoraron como una de las imágenes más exóticas del mundo, ya que era negro. El Cristo de Lepanto, presente durante todos esos años en la Catedral de Barcelona, tenía una característica que atraía a fieles y turistas en general. Pero la historia cambió para siempre.

Una goma de borrar y un poco de agua caliente revelaron la verdad: no era negro, sino que estaba sucio. Los expertos consideraban que era una imagen renacentista del siglo XVI, pero al hacer una restauración de la escultura descubrieron que el Cristo, en realidad, es blanco: su cabello es marrón, y hasta tenía gotas de sangre de color rojo. 

 

 

La sorpresa no terminó allí, sino que al restaurarlo se descubrió algo más: la figura sería del siglo XIII, trescientos años más antigua de lo que se pensaba.

La capa de suciedad estaba compuesta por humo, barnices y hollín, y debajo de todo eso existía un mundo policromático del siglo XIX. "Era humo y suciedad, y alguna sección pintada de negro como para igualar toda la imagen del Cristo", explicaba Ana Ordóñez, la conservadora de la Catedral de Barcelona.

"Es una sorpresa maravillosa", exclamó Santiago Bueno, el deán de la Catedral, en una conferencia de prensa que brindó en el Museo Diocesano de Barcelona. Las tareas de restauración comenzaron en el año 2020, y desde allí descubrieron algo: la iconografía original es blanca, y de hecho "la policromía estaba completa y muy bien conservada", agregaba el deán.

 

La imagen había comenzado a oscurecerse en estos últimos 120 años por el humo y la suciedad reinante, pero a esto se le sumaron retoques con partes negras para igualar el color general. Esta capa oscura fue retirada con facilidad, con una goma de borrar y agua destilada caliente.

Los análisis hechos con luz ultravioleta indicaron que la figura del Cristo está formado por una sola pieza hueca de madera de álamo, y una cruz de pino, "que fue intervenida a lo largo del tiempo. En el siglo XIX se le añadió barba y sangre, que brota del costado derecho", detalla Esther Gual, restauradora de la escultura.

 

Los expertos explicaron que una restauración del siglo XIX, con una barba y melena postizas, más el tizne negro acumulado, habría llevado a confundirla con una imagen renacentista del siglo XVI. Por lo que el resultado de los trabajos ha llevado a la conclusión de que la talla podría remontarse hasta el siglo XIII o a lo sumo XV.