Las autoridades trabajan en la zona
Un reciente ataque en la frontera del río Paraná ha encendido las alarmas sobre la creciente violencia en la zona, especialmente en relación al contrabando. Durante un patrullaje de rutina en la costa de la ciudad misionera de El Dorado, un buque de la Prefectura Naval Argentina fue atacado a tiros por contrabandistas apostados en la orilla paraguaya.
Los prefectos a bordo solicitaron apoyo inmediato al guardacostas GC-195 Guaraní, que también fue blanco de disparos. Afortunadamente, no se reportaron heridos, pero el buque recibió siete impactos en el casco y dos en la superestructura, lo que demuestra la gravedad del incidente.
Luego del ataque, las autoridades argentinas tomaron medidas rápidas y es así como Prefectura Naval se puso en contacto con el teniente de fragata Daniel Ayala, jefe de la Armada paraguaya, para coordinar un patrullaje conjunto entre ambos países. La intención es reforzar la vigilancia en la frontera fluvial, una zona clave para el tráfico ilegal. Tras la coordinación con Paraguay, la Prefectura notificó a la Fiscalía Federal y al Juzgado Federal de Eldorado, a cargo de la Dra. Miriam Delgado y el Dr. Miguel Ángel Guerrero, quienes seguirán de cerca el caso. Además, se solicitó la intervención de la Sección Científico Pericial de la Prefectura de Zona Alto Paraná para realizar peritajes balísticos y analizar los impactos en el guardacostas.
Desde la Prefectura Naval Argentina subrayaron la importancia de la cooperación internacional en la seguridad fluvial, en especial considerando el creciente tráfico ilícito en la región. "Este incidente pone de relieve la importancia de la cooperación internacional en la seguridad marítima y fluvial", destacaron en un comunicado, recordando el rol que desempeña la Prefectura como Autoridad Marítima Argentina dentro de la Organización Marítima Internacional (OMI). La colaboración entre Argentina y Paraguay será crucial para contener la escalada de violencia en la frontera y proteger a los efectivos que resguardan la zona.
Este ataque no es un hecho aislado en la frontera norte de Argentina. En Salta, hace solo una semana, Gendarmería Nacional fue blanco de un ataque similar. En esa ocasión, unos 20 narcotraficantes dispararon contra un puesto de control ubicado en la frontera con Bolivia, cerca de la Finca Medina, en la intersección de los ríos Tarija y Bermejo. Los gendarmes, que patrullaban a pie, fueron sorprendidos cuando los narcotraficantes comenzaron a dispararles al ser descubiertos transportando mochilas con droga. Después de asegurar la zona, lograron detener a algunos de los atacantes y confiscaron 122 kilos de cocaína, armas de fuego y municiones.
En el incidente de Salta, la rápida intervención de las fuerzas de seguridad permitió desmantelar parcialmente la operación de los narcotraficantes, aunque el nivel de violencia utilizado por los criminales sigue siendo motivo de preocupación. Al igual que en el ataque en el río Paraná, los narcotraficantes no dudaron en utilizar armas para proteger sus cargamentos, poniendo en peligro la vida de los agentes de seguridad. Esto plantea un desafío adicional para las autoridades, que deben enfrentarse a redes criminales cada vez más organizadas y armadas.
Mientras tanto, las investigaciones sobre los atacantes del buque de Prefectura en Paraguay continúan. Aún no se ha logrado detener a los responsables del ataque, pero las autoridades de ambos países están colaborando para localizar a los agresores y frenar el avance del contrabando en la región.
Las fronteras del norte de Argentina, tanto en el río Paraná como en las zonas montañosas de Salta, son áreas críticas para el tráfico de drogas y otros delitos, por lo que se espera un aumento en las operaciones de vigilancia y control para evitar futuros incidentes.
