Crisis, recesión e inflación

Confirman a la construcción como una de las mejores formas de inversión

La explicación la brindó Fernando Álvarez de Celis, en el noticiero El Interactivo de Ciudadano News, quien marcó que los ladrillos siguen siendo una buena forma de cuidar activos.

Redacción

Por Redacción

12 Julio de 2024 - 16:50

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La crisis en la que está sumergida Argentina, que atraviesa una de las mayores depreciaciones del peso frente al dólar que el viernes -12 de julio- alcanzó los $1.500 la unidad de la moneda estadounidense, sigue teniendo uno de sus mejores refugios en la industria de la construcción.

Así lo confirmó Fernando Álvarez de Celis, director de Tejido Urbano, admitió, en El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por Facebook y YouTube de Ciudadano.News)  que, "el mercado inmobiliario en Argentina es muy raro de entender y en general es contra cíclico, uno diría que con la suba del dólar esto se paraliza y lo que termina encontrando es un boom mayor porque es una manera que encuentra la gente de pasar pesos a dólares". 

"Los ladrillos en Argentina siguen siendo una inversión rentable desde el punto de vista en el ahorro de la gente y que no encuentra en el billete de dólares que no quiere ponerlo en el banco, debajo del colchón y encuentran en el ladrillo la manera de pasar los pesos qué puede ahorrar en dólares", aseguró. 

Y agregó: "Entonces en estos momentos, a pesar de la crisis, la construcción sigue siendo una atractor de la inversión de la gente y cuando el dólar aumenta, uno cree que se va a paralizar la obra y termina siendo un atractor. Vengo analizando desde el 2001 cada 3 meses tenemos el correlato de inversión inmobiliaria y los precios no caen, pueden descender un poco, pero siempre acompañan y van aumentando por arriba del PBI, con lo cual la gente entiende que es una buena inversión y por eso se sigue ahorrando en ladrillos".

Antes, analizó que, "en la Ciudad de Buenos Aires, históricamente se construyó más en el norte que en el sur de la Ciudad de Buenos Aires. Nosotros analizamos los datos de los últimos 18 años, hicimos foco en los últimos 5 años que se modificó el código urbanístico de la ciudad. El código de la Ciudad de Buenos Aires hace 5 años decía o pretendía equilibrar el norte con el sur, lamentablemente esto no se logró, si bien los datos del sur siempre fueron menos que el norte".

"En los últimos 5 años lo que se construyó en el sur fue solo el 4% de lo que se construyó en toda la ciudad. Un ejemplo contundente, en el barrio de Palermo, un barrio de norte, se permisaron 113 edificios por año, unos 600 en los últimos 5 años. En el barrio de Villa Soldati, en esos 5 años se permisaron solo 10 edificios.

 Entonces tenés 600 versus 10. O en el barrio La Boca, 30 edificios en 5 años versus 400 edificios en el barrio de Villa Devoto. Esa asimetría territorial que se da en la Ciudad de Buenos Aires cada vez se acentúa más. Las causas son diversas, desde falta de políticas públicas en el sur de la Ciudad de Buenos Aires hasta un mercado muy concentrado en el norte donde hay mayor rentabilidad y se genera mayor negocio inmobiliario en detrimento del sur de la misma", analizó.

Haciendo foco en la Ciudad de Buenos Aires, manifestó que, "los permisos de construcción tuvieron un boom muy fuerte en el 2021 y después se fue desacelerando, todavía se sigue construyendo, no al ritmo histórico, el ritmo histórico son 2 millones de metros cuadrados por año, hoy estamos en un millón y medio por año, o sea todavía hay algo de construcción. Buenos Aires sigue siendo un lugar atractivo, también es cierto que muchas zonas del norte se han saturado y esto ha generado inversión fuera de la Ciudad".

Como ejemplo marcó que, "en el partido de San Martín, de San Isidro, Vicente López, porque la expansión de la mancha humana va generando este crecimiento. Después tenés un problema muy fuerte de los sectores medios o bajos de la población que no acceden, por el costo, y terminan construyendo en lo que se llama tercer cordón, o sea hay una expansión de la mancha urbana en la región metropolitana en detrimento de la consolidación elegido de la Ciudad de Buenos Aires".

"Cuando uno analiza el mundo de la construcción, podría decir que de las 600 que se hacen por año, 550 son de pequeñas empresas atadas a arquitectos que desarrollan su empresa y que el financiamiento está dado por los propios propietarios que hacen la obra. Ahí está muy atomizado porque es lo que se conoce como venta al pozo. O sea, consiguen un terreno, ese terreno al propietario le dan dos, tres propiedades, un porcentaje de las propiedades como parte de pago y van vendiendo al pozo. Entonces, cuando tienen el 20 o 30% de esos departamentos que no empezaron vendidos, empiezan a construir y a medida que van vendiendo, eso mismo va apalancando, con lo cual no hay mucha relación entre la construcción residencial con empresas que construyan de pozo", explicó.

Señalando un problema, enfatizó, "lo que se conoce con especulación inmobiliaria, alguien que compra un lote y que espera que esa zona se valorice para poder invertir, con lo cual ahí tenés muchos factores urbanísticos de inversión pública, privada, la llegada de metrobús, cómo se va diversificando esa ciudad que va valorizando y que en algún momento madura para que haya inversión privada. El sur de la Ciudad de Buenos Aires todavía no tiene esa maduración para que se dé ese proceso".