La psicóloga Adriana Monetti compartió en El Interactivo, (de lunes a viernes, de 12 a 14, a través de Facebook y YouTube de Ciudadano. News), diversas reflexiones sobre la prolongada permanencia de los jóvenes en el hogar de sus padres y las diversas razones que subyacen a este fenómeno. En este sentido, exploró las razones detrás de la decisión de muchos adolescentes y jóvenes de quedarse en casa en lugar de emanciparse físicamente.
La experta señaló que factores como el deseo de independencia y la búsqueda de un nuevo territorio son elementos naturales en el proceso de desarrollo humano. No obstante, mencionó que, en la actualidad, en ciertos contextos familiares, las generaciones más jóvenes han experimentado una crianza que a menudo no genera urgencias económicas significativas. “En estos casos, la necesidad real de buscar un techo propio se ve disminuida”, destacó la experta.
Adriana Monetti identificó que el aplazamiento de la emancipación a menudo surge de la redefinición de límites tradicionales. Mencionó que las normas sobre la vida sexual también han evolucionado y pueden influir en la toma de decisiones de los jóvenes respecto a la emancipación. Además, la experta resaltó cómo los cambios en los roles familiares y las dinámicas de género juegan un papel en la decisión de emanciparse.
“Estas generaciones no han tenido grandes necesidades, hablamos de una clase media, media baja, no hay tanta necesidad de ir en búsqueda del techo, entonces es la necesidad lo que mueve”, explicó la psicóloga.
Monetti destacó que existe un espectro amplio de razones para la postergación de la emancipación. En los casos más extremos, los padres pueden mantener a sus hijos adultos en casa, debido a comodidades y facilidades proporcionadas, lo que resulta en una falta de necesidad urgente de independizarse. Por otro lado, existen situaciones económicas y dificultades financieras en las que los jóvenes no pueden dejar el hogar familiar sin colaborar en el sustento familiar.
"En los casos más extremos que conozco, obviamente tiene que ver con esto de emanciparlos como de golpe, decirle, ya está, tenés 30 años, que los 30 años de hoy no son los mismos de la generación de los 60, los 70 que hoy tienen otra edad, porque cambió también el estilo familiar”, aseguró la psicóloga.
La experta enfatizó en El Interactivo, la complejidad del proceso emancipatorio, indicando que también puede estar relacionado con proyectos educativos y la capacidad económica de los padres para respaldar la independencia de sus hijos.
Ella sugirió que el estilo de crianza y las formas de amor dentro de la familia influyen en la percepción de seguridad de los jóvenes, lo que puede afectar su disposición a abandonar el hogar.