Alerta en la región

Aumentaron los suicidios en América Latina: claves para combatirlo

Una psiquiatra mendocina analizó el fenómeno y compartió consejos útiles para revertir la tendencia en el magazine de Ciudadano News, El Interactivo.

26 Septiembre de 2024 - 16:22

El suicidio es un problema de salud pública complejo y multidimensional en el que intervienen diversos factores. — web

En América Latina aumentaron durante 2024 los suicidios. Tan solo el 1,8 % del gasto en salud pública en América Latina y el Caribe es destinado al abordaje de trastornos de salud mental.

En la actualidad, ocurren 45.800 muertes por suicidio al año en la región, con una tasa estandarizada de 5,23 casos por cada 100,000 habitantes (8,39 para hombres y 2,12 para mujeres).

Mariel Maestri, médica psiquiatra, señaló en El Interactivo (lunes a viernes, de 12 a 14, por Facebook, YouTube y FM 91.7 de Ciudadano.News): "Hay que entender al suicidio como una situación que es multicausal. Y que atañe desde enfermedades en el terreno de la persona que se produce esta situación de autoinfligirse la muerte o lesiones. El terreno multicausal abarca patologías, trastornos mentales severos y todo lo contextual, desde lo familiar, lo sociolaboral, lo económico, especialmente el consumo de sustancias, este ha pegado una disparada importante en la tasa de muertes consumadas por suicidio".

"A principio de este año teníamos entre 100 y 150. Era la medición del año anterior de muertes por suicidio, hablamos del suicidio consumado, no tenemos un registro de intento de suicidios", aclaró.

En Chile, el presupuesto destinado a salud mental es solo 2,5 por ciento del total de salud, muy por debajo del 6 por ciento recomendado por la OMS.

A modo de ejemplo, indicó que, "hay sitios de Mendoza que tienen tasas de suicidio consumado más altas que otras, como el Valle de Uco que tiene una tasa de suicidio consumado más alta que en el Gran Mendoza. Y esto tiene que ver no por la cantidad de intentos de suicidios, sino por la letalidad de los intentos. En el Gran Mendoza es más habitual la ingesta de medicación, los cortes. A lo mejor en el Valle de Uco lo que hay es más uso de arma de fuego, ahorcamiento, venenos".

"Hace poco leí que se va a impulsar la notificación obligatoria en Mendoza de los intentos de suicidio de las personas que lleguen a los centros asistenciales presentando autolesiones. Salud mental ha sido tradicionalmente el último orejón del tarro en lo que atañe a presupuesto sanitario. Y especialmente del presupuesto que maneja salud mental. No estoy en contacto con los números ahora, pero tradicionalmente ocurre que los presupuestos en salud mental, la gran mayoría va a parar a la cama hospitalaria y poco de presupuesto queda para la intervención en prevención", marcó.  

"Más allá de los trastornos mentales que le llamamos como es la psicosis, la esquizofrenia y los cuadros anímicos más graves que tienen una tasa de suicidio relativamente constate, en esta época todo está incrementado por las problemáticas de consumo. Se agravan los cuadros y la cantidad de muertes. Pero fuera de eso en lo contextual tenés todos los cuadros ansiosos. Depresiones más leves. Vemos muchos trastornos de personalidad, todos ellos en presentación conjunta con consumo de sustancias. Por un lado, en los valores que observamos en la persona que está atravesando por esto. Pero en lo contextual también lo que se observa es la soledad. Estamos en un siglo en donde estamos hiperconectados y, sin embargo, estamos más solos que nunca. Se ha perdido mucho el vínculo personal. El suicidio es la segunda causa de muerte en personas menores de 30 años", alertó.

Por suerte, para Maestri, en una bisagra histórica de los últimos años, "ha dejado de ser mala palabra ir al psiquiatra o ir al psicólogo. Ya no carga con este estigma tan bravo que si vas al psiquiatra estás loco. Siempre digo que hay que ir antes de tocar fondo.  Está bueno que la gente se acerque, también sería bueno que los servicios se acomoden a la demanda que hay y no hablo solo de lo público que tradicionalmente ha estado colapsado. Si no de lo privado, de las obras sociales, hablo de darle la importancia que tiene, la preponderancia que tiene".

"Las personas que atraviesan estas situaciones en conclusión es que no tienen propositividad para adelante. No hay proyecto, no hay un poder pensarse más allá del presente y ahí es donde hay que trabajar fuertemente en la prevención. En recuperar el proyecto de vida y eso no solo lo hacemos desde la órbita de la salud, si no lo hacemos desde la órbita de la educación, desde los deportes, desde un montón de otras herramientas", aconsejó.

Y cerró: "Durante un tiempo se entendió que si se hablaba de suicidio era como fomentarlo, era como si fuera alentarlo y demás y en realidad el fenómeno es contrario. Es un tema del que hay que hablar, hay que ponerlos sobre la mesa e invitar a las personas que en algún momento tienen alguna idea de muerte que se sientan en condiciones de poder decirlo. Esto hay que hablarlo".