La costumbre de comerse las uñas es un hábito que tienen muchas personas y que con tal de no hacerse tratar, justifican su accionar mencionando que no es algo grave. Pero, es necesario tener en cuenta que el comerse las uñas trae aparejado problemas de ansiedad y puede estar dejando de lado emociones que debemos enfrentar.
El psicólogo Facundo Stefanini, habló en El Interactivo (lunes a viernes de 12 a 14 por Facebook y YouTube de Ciudadano.News) sobre la onicofagia, que es el hábito de morderse las uñas.
En este sentido, explicó que la onicofagia generalmente está relacionada con la ansiedad y puede convertirse en un hábito automático y destructivo: "En principio es consiente, pero luego se vuelve inconsiente. Lo que la persona busca es descargar la tensión como una manera de buscar placer, pero un poco destructiva".
Por esto, afirmó que "se transforma como un síntoma que nos viene a informar que algo no anda bien, algo relacionado con el estrés que hay que tratarlo".
Comerse las uñas puede ser una forma de descargar la ansiedad y puede estar vinculado al trastorno de ansiedad generalizada: "Esto significa que está en un estado de preocupación o tensión de forma crónica. Entonces la persona busca hacer cosas para bajar la tensión. Pero, no se soluciona nada".
¿Cómo se resuelve?
El especialista aconsejó ir a un psicólogo para comenzar con una terapia y hacer un diagnóstico de la persona: "En función de eso realizar un tratamiento. La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a abordar este mal hábito", explicó.
Otra de las recomendaciones que dio consiste en "tomar conciencia del cuerpo y las emociones para identificar y gestionar adecuadamente el estrés", para no generarnos ese daño ni lastimarnos. "Hay que hacerse la pregunta de qué es lo que sentimos, cuando nos hacemos esto y cuando se lo hacemos a nuestro cuerpo".
Finalmente, manifestó que lo ideal es mantener une estilo de vida saludable: comer sano, dormir bien y realizar ejercicio diariamente para "descargar esas energías" que muchas veces nos hacen explotar:
"El comerse las uñas puede ser algo autodestructivo y un autocastigo por algo que hicimos o pensamos. Entonces hay que prestar atención a nosotros y nuestro entorno para elaborar los conflictos y mantenernos equilibrados".