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Acuerdo por la deuda: el Gobierno busca apoyo con reuniones de todo calibre

En sucesivas reuniones con gobernadores, empresarios y sindicatos, Fernández y Guzmán explican los avances en la negociación y buscan consensos para mostrar ante los acreedores. Ajuste, el tabú de todas las negociaciones

07 de enero, 2022 - 07:32

Mientras los acuerdos parecen distantes, y la cuestión fiscal está en el centro de las exigencias del Fondo Monetario, continúan los encuentros entre el Gobierno y distintos sectores, donde el ministro de Economía, Martín Guzmán, va exponiendo los pormenores de la ardua negociación.

El primer encuentro, y el más importante hasta ahora, fue el que encabezó el propio Alberto Fernández con gobernadores, que dejó declaraciones que parecen dificultar aún más el acuerdo ante la poca voluntad de atacar fuerte el problema del déficit fiscal. “Ajustar la economía es dejar de crecer”, afirmó, agregando que para el Gobierno argentino “la palabra ajuste está desterrada en la discusión”.

 

Otra vez la herencia

Fernández reafirmó que la Argentina “va a lograr una reestructuración conveniente” de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y advirtió que el préstamo contraído por el gobierno de Mauricio Macri superará su mandato e, incluso, también el de quien gobierne el país a partir de 2027.

Recordó que “es muy grave” el problema de la deuda externa de la Argentina, tanto con acreedores privados, como con el FMI, heredadas del gobierno de Cambiemos, y dejó en claro que esa situación generará “un fuerte condicionamiento”, no solo para la actualidad, sino también “en los años venideros”. Vale puntualizar que de las provincias opositoras no hubo gobernadores que decidieron no asistir por considerar que se trataba de un mero uso político, y delegaron la participación en otros funcionarios que escucharan la exposición de Guzmán, como el caso de Enrique Vaquié, por parte de Mendoza.

“La solución de la deuda es una política de Estado y, como tal, debemos asumirla. Nuestro planteo no es ver cómo el gobierno de Alberto Fernández se saca el problema de encima, sino ver cómo la Argentina encuentra los mejores caminos para alcanzar la mejor solución en un escenario muy complejo”, planteó el mandatario. Al respecto, definió que “no es posible una deuda sustentable que se funde en razones de ajuste. Para nosotros, ajustar es achicar la economía, dejar de crecer y hacer más difícil las obligaciones que tenemos con los acreedores externos”.

 

Reunión con opositores

Luego de las marchas y contramarchas, la reunión con la oposición, para que el ministro explique la situación, quedó confirmada para el lunes, aunque todavía no se ponen de acuerdo sobre el lugar. El Gobierno quiere que sea en la sede de Economía, la oposición en el Congreso. La plana mayor de Juntos por el Cambio mantuvo ayer una reunión en la que ratificó la decisión de que los gobernadores y jefes parlamentarios de la coalición se reúnan con Guzmán para hablar sobre la negociación con el Fondo y trataron de bajar los decibles de la discusión pública entre sus miembros.

Lo que sí dejaron claro es que pedirán más precisiones por parte de Guzmán, dado que hubo coincidencia en que durante su exposición en la Casa Rosada “solo mostró filminas” y no quedó claro “si realmente hay un plan”.

En un comunicado, señalaron que “es indispensable que (el Gobierno) en la reunión del lunes traigan información concreta sobre cuáles son los pasos a seguir para que la Argentina retome este cambio de crecimiento”.

“Como oposición estamos firmemente comprometidos en la colaboración con el futuro país. Sin embargo, es oportuno remarcar que el país necesita un plan de desarrollo a largo plazo que genere crecimiento y trabajo para los argentinos”, se agregó en el texto.

 

Con la CGT y empresarios

El ministro de Economía recibió también ayer al mediodía a empresarios de compañías extranjeras que operan en el país y miembros de la CGT, con el fin de brindarles un informe sobre las negociaciones con el FMI.

El almuerzo se realizó en la terraza del Palacio de Hacienda y también participaron la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y a los ministros de Agricultura, Julián Domínguez, y de Desarrollo Social, Juan Zabaleta.

El encuentro se produjo un día después de que el funcionario presentara, frente a gobernadores, un informe sobre el estado de las negociaciones con el Fondo Monetario. En la Casa Rosada y junto al presidente Alberto Fernández, el jefe del palacio de Hacienda reclamó a la comunidad internacional que “apoye la posición de la Argentina”.

 

El meollo del asunto

“La diferencia entre lo que plantea el FMI y lo que plantea el Gobierno argentino consiste en diferenciar un programa de ajuste del gasto real, que detendría con seguridad la recuperación, versus un programa que le dé continuidad a la recuperación de la economía”, señaló el ministro de Economía, Martín Guzmán. Y enseguida explicó que “en el sendero fiscal no hay acuerdo”, aunque no dio precisiones sobre las metas anuales de reducción del déficit fiscal que propone cada parte. Ahí está la diferencia que aún no se puede zanjar, y que también genera la rispidez con la oposición. Juntos por el Cambio no quiere ser “cómplice” del ajuste que parece inevitable, y el Gobierno no lo quiere hacer solo, sino dejando “pegados” a sus rivales políticos, exhibiendo el acuerdo como política de estado y no de gobierno.

Ajuste es mala palabra en la política argentina, ya que siempre ha recaído sobre los más postergados, mientras que el Estado no disminuye en nada su elefantiásica estatura y su descomunal gasto.

Mientras, el fondo espera que se presente un plan fiscal sostenible y, fundamentalmente, que el plan tenga respaldo político interno, y no solo sea del gobierno de turno. Así las cosas, parece que las reuniones ocuparan un largo tiempo por venir.