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El plan de Marcos Peña: "Puteame, pero votame"

El jefe de gabinete de ministros, y Durán Barba lanzarían un nuevo slogan para el cierre de campaña.

Por Redacción

01 de agosto, 2019 - 16:49

No lo dirán en público porque es políticamente incorrecto. Pero desde el Gobierno se bajó una directiva a todos sus funcionarios y dirigentes para que utilicen el siguiente slogan de campaña: "Puteame, pero votame". Se trata de una táctica electoral que apunta a recortar la ventaja que aún mantiene la fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner respecto a la propuesta oficialista que lidera Mauricio Macri junto a Miguel Ángel Pichetto.

Desde las oficinas del jefe de Gabinete, Marcos Peña, y en coordinación con el esquema del gurú ecuatoriano Jaime Durán Barba, se puso en marcha todo un esquema de organización de la propaganda electoral de Juntos por el Cambio que intenta resistir las quejas de los votantes y, al final del día, obtener su apoyo desde las PASO al probable balotaje.

Este esquema de organización diseñado por Peña y Durán Barba incluye redes sociales, recorridas por las calles, actos en 360 y reuniones de los "defensores del cambio", una filosa batería de propuestas destinadas a ejecutar la última herramienta táctica que lanzó el jefe de gabinete y el gurú ecuatoriano: puteame, pero votame.

"Desde el punto de vista teórico se podrá decir que en el contacto con los votantes se busca la proximidad, la empatía y la cercanía para poner al ciudadano como protagonista, asumiendo sus dificultades y animando sus expectativas y esperanzas. La cruda realidad es que todo esto se sintetiza en la idea de puteame, pero votame", explicó a Infobae un secretario de Estado que tiene línea directa con el jefe de Gabinete.

Otro funcionario del Gobierno, que no es candidato pero que le pidieron recorrer la provincia de Buenos Aires y parte de la Capital Federal, coincide en esta apreciación de slogan encubierto de la campaña de Mauricio Macri.

"Hay que escuchar a la gente y aceptar que está enojada con muchas cosas de la economía que no pudimos acertar. Pero al final de la charla, debemos pedir que la gente nos vote para que no vuelva el kirchnerismo", explicó a este medio.

De esta manera, el Gobierno admite que en las recorridas y contactos que tienen con la gente reciben quejas por la inflación, el pago de tarifas altas o la desocupación. Pero también aseguran que esa misma gente es la que igualmente votará por la continuidad de Macri para evitar un regreso al kirchnerismo.

Está claro que este esquema de trabajo electoral tiene límites. Son aquellas situaciones como las que vivió el propio Macri hace pocos días cuando fue increpado en recorridas por Córdoba, Jujuy o el conurbano.

Este tipo de actitudes serán denunciadas y están lejos de lo que busca el oficialismo. En cambio, admiten que la queja y el malestar de la gente por la situación económica hay que escucharla para luego revertir ese mensaje con un discurso "por la positiva".

En general, el trabajo segmentado que tiene Peña para la distribución de propaganda electoral por WhatsApp, registra que ese voto entre resignado y molesto se centra en sectores de clase media, media baja, jóvenes y jubilados.

Con relación al slogan "puteame, pero votame", otro secretario de Estado dijo a Infobae: "Se debe admitir públicamente que hace falta aceptar que hay dificultades y asumirlas. Que fue difícil y más largo el camino y que todos hicieron esfuerzos pero que los argentinos juntos somos imparables".

Así funciona ese flamante esquema diseñado por Peña y Durán Barba para llegar con escasa diferencia en las PASO ante el Frente de Todos, y hacer un rush final entre la primera vuelta y el balotaje, que será hacia fines de noviembre.