Dos grupos rivales se enfrentaron frente a una vivienda en el partido bonaerense de Campana, lo que resultó en el asesinato a balazos de tres personas. Los investigadores determinaron que dos de los muertos tenían antecedentes penales por lo que no se descarta un ajuste de cuentas.
Los sucesos
Alrededor el mediodía del viernes 9 de diciembre, en una casa ubicada en la calle Pueyrredón al 1500 del barrio Villanueva de Campana, Marcelo Fabián Muñoz, de 36 años, y Rodrigo Velardis, su sobrino de 21 años, se encontraban conversando en la calle. De repente, dos hombres descendieron de una Volkswagen Suran y comenzaron a dispararles.
Pablo Daniel Pinea, de 45 años y uno de los atacantes, recibió cuatro disparos por lo que falleció en el acto. Por su parte, el segundo atacante huyo luego de la diputa, dejando a Pinea y el vehículo en el lugar del tiroteo. Muñoz y Velardis resultaron heridos de gravedad y trasladados al hospital municipal San José de Campana. El primero presentaba ocho heridas de bala mientras que el segundo tenía tres impactos.
Muñoz falleció durante la tarde como consecuencia de los impactos de bala en el abdomen, glúteos y hombros. Velardis, por su parte, sufrió heridas en la zona derecha de la espalda, que le costaron la vida durante la madrugada.
La investigación
El primero de los datos confirmados es que el coche de color gris utilizado por los atacantes tenía el número de motor y de chasis adulteradas, al igual que las chapas de la patente. Además, se confirmó que por lo menos se realizaron 20 disparos, aunque no se encontró ningún arma de fuego en el lugar. Los proyectiles y plomos eran de calibre 9 milímetros y .380.
"Son cuatro personas que se enfrentaron adentro de una casa, no tenemos ninguna arma de fuego y por la cantidad de disparos que hubo por lo menos dos tiene que haber habido", explicaron las fuentes judiciales, que ahora intentan identificar al cómplice de Pinea.
Antecedentes
Pinea purgó una condena de 8 años de prisión por robo mientras que Muñoz también tenía antecedentes por ese delito y el de amenazas agravadas. Eso generó la hipótesis de que se trata de un ajuste de cuentas.
La investigación quedó en manos de la fiscal Ana Laura Brizuela, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 del Departamento Judicial Zárate-Campana.