Condenaron a cadena perpetua al femicida de Úrsula Bahillo
El expolicía Matías Ezequiel Martínez recibió la pena máxima por el brutal asesinato de la joven de 18 años en febrero pasado
Por Redacción
El expolicía Matías Ezequiel Martínez fue condenado este martes por el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 de Junín a prisión perpetua por el femicidio de su expareja, Úrsula Bahillo, de 18 años, ocurrido en febrero de este año en la localidad bonaerense de Rojas. Tanto la fiscalía como la querella habían reclamado que Martínez, quien estuvo en pareja con la joven y estaba acusado por homicidio agravado, sea condenado a la pena máxima.
Martínez, de 26 años, fue encontrado culpable de homicidio doblemente calificado por haber sido cometido por un hombre contra una mujer, mediando violencia del género, y con quien mantenía una relación de pareja y por desobediencia reiterada en cuatro oportunidades, todo ello en concurso real. El joven fue acusado de haber apuñalado 15 veces con un cuchillo de carnicero a la joven el 8 de febrero pasado en el paraje rural Guido Spano.
Los jueces Esteban Melilli, Karina Piegari y Claudia Dana entendieron que además de haber matado a Úrsula, el agresor previamente incumplió y violó cuatro imposiciones perimetrales que le impedían acercarse a ella quien lo había denunciado por violencia de género y amenazas.
Los magistrados hicieron un breve resumen del veredicto antes de imponer sentencia donde explicaron el por qué de la perpetua, y en ese sentido, rechazaron la versión del acusado quien había dicho que mató a Úrsula porque ella primero lo había atacado con un cuchillo de carnicero que ella había llevado al lugar. "No está acreditado", dijeron los jueces del Tribunal sobre la versión que el acusado dio al comenzar el juicio, donde intentó imponer esa versión sobre que él se defendió de una previa agresión.
El femicidio de Úrsula
El hecho tuvo lugar el 8 de febrero pasado en Guido Spano cuando Martínez y Úrsula se encontraron luego de una conflictiva separación donde ella lo había denunciado en reiteradas veces por haberla golpeado y amenazado, y luego incluso haberla intimidado en cuatro oportunidades en la localidad de Rojas pese a una orden judicial de no acercarse.
Es que quedó acreditado que el 15 de enero la llamó, lo mismo hizo el 5 de febrero día en que además le envió 79 mensajes, y se le acercó en las calles de Rojas el 6 y 7 de febrero. El 8 la mató de 15 puñaladas.
El femicidio fue descubierto tras una llamada al 911 de un tío del imputado. Según el familiar, su sobrino le confesó telefónicamente que “se había mandado una cagada”.