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Con un cómplice, ató a su familia y fingió un robo de 10.000 dólares

Un descuido en la historia del denunciante hizo dudar a la Policía. Ahora está detenido en Yerba Buena y su esposa le exigió el divorcio

Por Redacción

12 de marzo, 2022 - 16:30

Un hecho sorprendió a las autoridades de Tucumán, cuando un vecino de Yerba Buena llamó al 911 para denunciar que él y su familia habían sido víctimas de un violento robo en su propia casa.

La supuesta víctima dio detalles precisos a la Policía, indicando que le robaron 10.300 dólares y $7.600 en efectivo que tenía guardados en una caja de seguridad.

A eso sumó que fueron secuestrados por unas horas e incluso sufrieron golpes de los presuntos delincuentes. Sin embargo, el relato tenía datos que hicieron dudar a las autoridades.

Barrio Viajantes, en Tucumán

De acuerdo con el comisario de la Unidad Regional Norte, Joaquín Girvau, la persona identificada como G. declaró que el domingo pasado llegó a su casa cerca de las 23 y fue abordado por dos hombres, quienes lo forzaron a entrar al domicilio para luego permitir el ingreso de un tercer ladrón.

"Dijo que lo obligaron a ponerle precintos a su hijo y su esposa", detalló Girvau y agregó que G. tuvo que amordazar a su familia mientras un delincuente le apuntaba un arma en la cabeza.

Siguiendo el relato, tras el robo se llevaron al hombre en su auto a otro lugar, donde se bajaron y se subieron a dos motos para darse a la fuga. Así, la supuesta víctima volvió en el auto con las cuatro ruedas desinfladas.

Comisaría de Yerba Buena

A raíz del hecho intervinieron los efectivos de la comisaría de Yerba Buena, la Patrulla Motorizada y el personal de la Brigada de Investigaciones, sobre todo en el Barrio Viajantes -donde vive G. con su familia- para dar con los ladrones.

Además el caso llegó a la Fiscalía de Robos y Hurtos, mientras se analizan las cámaras de seguridad. Sin embargo, la inconsistencia en el relato hizo que la Justicia pidiera una nueva declaración, ya que el dato de las ruedas fue lo que hizo caer su historia.

Primero, no encontraron sentido en que tuvieran tiempo de desinflar las ruedas. Por otro lado, G. mantuvo todo el tiempo su celular y tenía un inflador portátil en el vehículo.

Imagen ilustrativa

Así, finalmente confesó que todo era una mentira y que armó el falso robo con ayuda de un amigo, con el fin de robarse a sí mismo para pagar unas deudas que su esposa desconocía.

Según reveló la periodista tucumana Mariana Romero, el dinero era de una sobrina de su mujer, quien luego le pidió el divorcio.

Ahora G. está detenido y el ministro de seguridad de Tucumán, Eugenio Agüero Gamboa, aseguró que "se ha cometido un delito y se debe llegar a una condena".