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Estaba condenado a perpetua pero lo declararon inimputable

Asesinó a dos jóvenes en una plaza en 2016 y fue condenado a la máxima pena. Sin embargo, Casación consideró que se demostró un cuadro psicótico

Por Redacción

09 de enero, 2023 - 11:13

Un hombre condenado a prisión perpetua por asesinar a dos amigas e intentar matar a otro joven en una plaza del barrio de La Boca fue declarado inimputable por la Cámara Nacional de Casación. Por ese motivo fue enviado a un neuropsiquiátrico.

Mariano Alejandro Bonetto, un veterinario de 34 años, fue condenado por el homicidio de Nuria Couto de 18 años y Natalia Grenbenshicova de 15 años. Ahora quedó a disposición del Juzgado Civil 25, luego será trasladado al hospital Borda.

"Es realmente nefasto este fallo pero vamos a apelar ante la Corte Suprema de Justicia porque el señor Bonetto va a tener más probabilidades de estar en la calle en poco tiempo matando gente", aseguró la abogada Liliana Borysiuk, representante de una de las víctimas, al conocerse la resolución.

El fallo

Héctor Magariños, uno de los tres jueces de la Sala III de Casación, resaltó, para considerar al acusado como inimputable: "el informe elaborado por la junta médica integrada por profesionales del Cuerpo Médico Forense, de la defensa y de las partes querellantes" que, por "unanimidad", concluyó que la afección padecida por el acusado era un cuadro psicótico compatible con síndrome delirante crónico.

Los especialistas aseguraron que eso "le ha impedido en el momento del hecho comprender las características del acto y la dirección de sus acciones".

"El tribunal oral, en su fallo mayoritario optó, en lugar de realizar una valoración estrictamente jurídica, por inmiscuirse en un inidóneo intento de cuestionar, desde la perspectiva médico­psiquiátrica y psicológica, lo sostenido por los distintos profesionales especializados intervinientes en el caso", consideró en su voto, al que adhirió su colega Alberto Huarte Petite.

Además, el magistrado consideró que el Tribunal Oral en lo Criminal 22, que condenó al acusado,  eligió "desconsiderar la prueba científica­ no jurídica relativa a la inimputabilidad de aquel, con base en apreciaciones ajenas a las incumbencias del juzgador, producto exclusivo de un voluntarismo carente de sustento en los elementos incorporados al proceso y, por ello, contrario a la labor estrictamente jurisdiccional".

Las chicas asesinadas

Por ese motivo, Casación ordenó que Bonetto "quede a disposición inmediata del juez civil al cual por orden de turno corresponda conocer, a fin de que teniendo en cuenta las consideraciones, conclusiones y recomendaciones médicas obrantes en el proceso relativas a la existencia de un riesgo cierto e inminente tanto para él como para terceros, resuelva en punto al mantenimiento de la actual internación compulsiva, así como con relación al tratamiento terapéutico que deba serle suministrado".

Sin embargo, el juez Gustavo Bruzzone había considerado en su voto "que en la sentencia se ha efectuado un razonado análisis del cuadro probatorio para demostrar que en el caso no se pudo acreditar que el imputado haya actuado bajo un brote psicótico ni de tipo esquizofrénico ni de delirio crónico. El brote psicótico debía ser descartado por la actitud posterior de Bonetto al momento de su detención, en donde la médica que inmediatamente lo había examinado, no pudo observar ningún detalle que le hiciera pensar en alguna anormalidad", concluyó.

Los sucesos

Los asesinatos ocurrieron el 11 de octubre de 2016, cerca de las 16. Nuria y Natalia salieron de la Escuela Superior de Bellas Artes Manuel Belgrano, donde la mayor era egresada y empleada y la menor cursaba tercer año. Juntas se dirigieron, con otros jóvenes, al Parque Irala, a unas dos cuadras del estadio del club Boca Juniors.

En algún momento se les acercó Bonetto, quien se sentó junto a ellos y entabló conversación. De repente, se abalanzó sobre Nuria y la apuñaló 17 veces con una navaja. Uno de los jóvenes comenzó a gritar pidiendo ayuda, por lo que fue atacado por el asesino, que comenzó a perseguirlo, pero luego cambió su objetivo y tomó por la espalda a Natalia y le asestó cuatro puñaladas.

Testigos lograron rodear y reducir al imputado mientras que otros llamaban al SAME. Cuando la multitud se dispersó, Bonetto tenía clavada su propia navaja en la cabeza y una lesión de arma blanca en el tórax.

Pese a los esfuerzos médicos, Couto murió el 5 de noviembre, mientras que Grebenshchikova ocurrió el 24 de ese mismo mes.