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Ponernos de acuerdo, una vez más

La Armada y la Fuerza Aérea de nuestro país deben sumar esfuerzos y sortear todas las dificultades presupuestarias para mantener en operatividad los aviones con que cuentan 

02 de junio, 2023 - 12:38

Como todos sabemos, en la Argentina es imposible aburrirse. Al contrario de lo que pasa en otras latitudes, aquí la actualidad está saturada de sucesos importantes y hasta chocantes.

Y la historia de la Defensa no está libre de esta peculiar característica, todo lo contrario. 

Acompáñenme a comprobarlo a lo largo de esta pequeña/gran historia.

  1. El 2 de abril de 1982 la Argentina recupera su posesión sobre las Islas Malvinas con una operación militar incruenta para con nuestros usurpadores. 
  2. El 2 de mayo de ese mismo año, en medio de febriles negociaciones de paz, la primera ministra británica Margaret Thatcher ordena el hundimiento del ‘ARA Gral. Belgrano’, y vidas argentinas se pierden en el Atlántico Sur.
  3. A los pocos días, el 10 de mayo, dos aviones Super Etendard de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque de la Armada Argentina, portando misiles Exocet golpean y hunden al moderno destructor británico Tipo 42 ‘HMS Sheffield’. Hay sorpresa en el mundo de la Defensa, ya que por primera vez en la historia un buque es mandado a pique de un misilazo.  
  4. Eventualmente, con el paso de los años y los bajos presupuestos de Defensa, de los 14 aviones Super Etendard que disponía nuestra Armada se pierden tres en accidentes y el resto va quedando fuera de servicio. Gran Bretaña puede dormir tranquila: la Argentina ha perdido una de sus capacidades más peligrosas.
  5. Repentinamente, entre los años 2017 y 2019, el gobierno de Mauricio Macri acuerda con Francia, luego de largas negociaciones, finalizar la compra de cinco Super Etendard Modernise (SEM) más un lote que incluye varios motores y repuestos, lo que permitiría volver a poner en servicio a una docena de esos aviones, cuya gestión se había iniciado mientras Nilda Garré fue ministra de Defensa.
  6. Luego de varios años, y ya con los aviones en su base de Comandante Espora, el actual ministro de Defensa ordenó, hace pocos días, suspender las tareas destinadas a la recuperación de esas aeronaves por considerarlas de cumplimiento imposible. Se habla incluso de la inactivación de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Ataque, lo que luego es desmentido, pero los aviones permanecerán en tierra.

¿La causa para tamaña decisión?

Al parecer, la empresa francesa de aviación Dassault Aviation no hará más mantenimiento de las partes para su criatura, los SEM. Además, aparece un detalle técnico: los aviones, como muchos similares, están equipados con el asiento eyectable de origen británico  ‘Martin-Baker’, y como sabemos, ellos se niegan a proveer a nuestro país de los cartuchos de eyección necesarios para su funcionamiento

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Suma de esfuerzos

Respecto de esos inconvenientes, se puede tomar como referencia la tarea de recuperación que nuestra Fuerza Aérea está llevando adelante con otro “caballo viejo”, como son los nobles A-4R Skyhawk –también de notable actuación en la Guerra de Malvinas–, pero aún más viejos que los SEM y con el problema de sus asientos eyectables, los infames ‘Martin-Baker’ británicos, los que están siendo reemplazados por los de origen estadounidense de la empresa Task Aeroespace.

Llegado a este punto, no se trata de establecer una puja presupuestaria entre la Armada y la Fuerza Aérea, sino de sumar esfuerzos para una causa común, cual es la defensa de nuestro extenso aeroespacio y espacios marítimos.

Teniendo en cuenta que si bien nuestra Armada dispone, aún, de pilotos para operar los SEM, no los tiene en cantidad suficiente. Mientras, nuestra Fuerza Aérea tiene numerosos aviadores que por haber volado una aeronave similar, como el  Mirage  y sus distintas variantes, podrán hacerlo con una preparación mínima.

Este elemento de ejecución deberá estar a las órdenes del ya existente Comando Aeroespacial de Defensa y/o del Comando de Defensa Marítimo, que serán los responsables de comandar todos los medios aéreos puestos a disposición para garantizar la seguridad territorial de la Nación.

Dicho comando, como ya fuera señalado en un artículo anterior, y por similitud a lo que se realiza en oportunidad de los actos comiciales nacionales, deberá quedar subordinado a uno que se conforme con la misión de dirigir a todas las fuerzas nacionales puestas a disposición para custodiar los espacios soberanos.

El mismo deberá depender en forma directa del Presidente de la Nación y actuar bajo la supervisión de los ministerios de Defensa, de Seguridad y de Justicia.

Para terminar, y volviendo al título de esta nota, solo nos resta completar el sabio verso de José Hernández de que “los hermanos sean unidos...", con la advertencia de “porque si entre ellos pelean, los devoran los de afuera".

 

El Doctor Emilio Magnaghi es Director del Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa Nacional Santa Romana. Autor de El momento es ahora y El ABC de la Defensa Nacional.