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Cáritas Internationalis bajo el filo de las sospechas

La trayectoria de la organización de asistencia a los más necesitados se ve cuestionada por los desaciertos de su conducción. Francisco implementaría profundos cambios

25 de noviembre, 2022 - 07:26

La historia de Cáritas Internationalis, como se la conoce mundialmente, puede relatarse como la de una organización con acervo católico y que desde sus orígenes en Alemania durante 1897 fue “in crescendo” en importancia, protagonismo en asistencia a la pobreza, denuncia social ante situaciones de discriminación y exclusión de los sectores más desfavorecidos.

 

El origen y expansión de Cáritas

Tuvo activa participación en el socorro de la ciudadanía germana durante la 1era y 2da guerra mundial, lo que la posicionó ante la mirada internacional. La reputación que adquirió le valió como confluencia de voluntarios extranjeros, tanto de fe cristiana como ajenos a la misma, que encontraron en sus filas un espacio de servicio social para con el enorme número de damnificados, principalmente europeos, resultantes de la conflagración bélica más grande en la historia de la humanidad.

 

 

Con el paso de las décadas, la estructura y alcance de Cáritas se ramificó rápidamente, a tal punto que en los últimos decenios del siglo XX el modelo de gestión asistencial alemán fue imitado por otros países de diferentes partes del planeta, lo que generó una bastedad de organizaciones nacionales presentes, actualmente, en más de 160 Estados y regiones.

Es así, que al adoptar esta envergadura ecuménica se dispuso que Roma fuera su sede administrativa, sin perjuicio de sus facetas nacionales que se manejan de forma autonómica pero en coordinación con las oficinas centrales en la capital italiana.

 

Compleja estructura

Sus órganos ejecutivos son: la Asamblea General (formada por un representante de cada país donde esté presente Cáritas), el Consejo Representativo (compuesto por un grupo reducido de integrantes de la Confederación de la Internationalis), los que son elegidos cada 4 años y se responsabilizan de delinear la visión de trabajo y el Buró Ejecutivo (integrado por el presidente, dos vicepresidentes, un secretario general, el tesorero y un asistente eclesiástico), los que también son votados  por los delegados nacionales.

 

Cabe destacar, que existe una presencia permanente de delegaciones de la “CI” ante Naciones Unidas, en las sedes de Nueva York y Ginebra.

Lugares claves

Describir este entramado organizacional tiene como objetivo exponer que Cáritas no es una simple agrupación católica de ayuda a la población más desfavorecida, sino que comprende una compleja estructura representativa, presupuestaria y de toma de decisiones con alcance global, con un manejo casi independiente en lo que se refiere a la tutela del Vaticano. Una figura clave en este reparto “es o era” el Secretario General y epicentro del reciente escándalo: Aloysius John.

 

 

En este contexto, es menester aclarar que el presidente, el Cardenal filipino Luis Antonio Tagle, y los 2 vicepresidentes que le secundan ejercen el cargo “ex officio”, lo que les permite mantener un lineamiento político institucional acorde a la “Santa Sede”. Sin embargo, el abanico de decisiones de gestión y operativas recae en la investidura laica de la Secretaría.

 

Tras el escándalo

La decisión del “Santo Padre” de poner como comisario (interventor) a Pier Francesco Pinelli tras la destitución de “Aloysius”, parte del Buró Ejecutivo y Consejo Representativo habla de razones, que al parecer, superan el enunciado de la “búsqueda de una nueva impronta moral” o “desatención de un correcto cuidado de las personas que trabajan para la organización y a las que se le presta servicio”.

 

 

Pinelli afirmó hasta en 3 ocasiones durante su presentación oficial: “esta determinación no se debe a casos de acoso o abuso sexual. No se trata, una vez más, de una mala gestión del dinero. No se trata de eso”.

Esta triple negación me remonta a Pedro y su negación de Jesús en los acontecimientos bíblicos. Parece un poco disparatada esta analogía pero en la época donde reina en plenitud el dinero como postulado casi crístico y la particular experiencia del recién nombrado “comisario” como consultor en áreas económicas y de gestión de Cáritas deja un halo de misterio y especulaciones. La impronta a futuro de la organización y las investigaciones que logren alcanzar la luz pública pondrá “claros sobre oscuros”.

 

Cambios profundos

Para finalizar, lo que será ciencia cierta tras el profundo remezón de la “Internationalis”, es que desde el mismo sillón papal se quiere llevar adelante una profunda reforma, donde ya no habrá, ni por asomo, la misma soltura para manejarse a “gusto y piacere” por parte de las líneas de conducción que hasta ahora marcaban el ritmo de la acción solidaria internacional.

El Papa Francisco sabe lo difícil que es para su pontificado lidiar con la catarata de denuncias por abuso. Sin duda, no quiere un segundo frente que fragmente irreparablemente la credibilidad mundial de una entidad que por más de 70 años fue una joya de la labor de Dios para con los más necesitados.