|24/07/19 11:03 AM

Boris Johnson: un extravagante nuevo comienzo

Días agitados se vivieron en el Reino Unido luego de la renuncia de la primera ministra, Theresa May, el 7 de junio

23 de septiembre, 2019 - 12:00

Poco más de tres años pasaron desde la celebración del referéndum que decidió la separación de Gran Bretaña del bloque continental europeo. La renuncia de la mandataria supone un gran cambio en la realidad politica, económica y social del país.

El partido conservador político británico debía elegir entre sus dos candidatos, Boris Johnson o Jeremy Hunt, para elegir quien se erigiría como primer ministro y tendría la difícil tarea de llevar a cabo la gestión del Brexit -la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea- que supone una enorme problemática política.

Para esta elección, un total de 160.000 miembros formaron parte de la votación que dio como vencedor a Boris Johnson, una persona que es conocida por sus  posturas euroescépticas desde 1987. Fue alcalde de Londres, promotor del Brexit y ministro de relaciones exteriores de Theresa May. Además de ser una de las personas públicas en Inglaterra caracterizada por sus extravagancias, suele vincularse su persona a Donald Trump por sus posturas y su personalidad. Como dato de color, es bisnieto de Ali Kemal, miembro del gabinete del extinto imperio otomano. Comprender cómo es que logró una victoria se puede entender fácilmente si observamos que, de todos los miembros que sufragaron, el 70% son hombres, mayores a 55 años y el 90% son blancos.

Cuando finalicen las formalidades del nombramiento como primer ministro, deberá enfrentarse a su primer gran reto, el Brexit. A diferencia de la ex primera ministra, la postura adoptada por Johnson se basa en la posibilidad de que el país abandone la Unión Europea sin un acuerdo, o lo que han denominado, el Brexit duro (hard brexit).

“El reino unido abandonara la Unión Europea este 31 de octubre, con acuerdo o sin él”.

De acuerdo a ésto, el 1 de noviembre Reino Unido quedaría fuera de la Unión Aduanera y del Mercado único europeo, dos de los principales instrumentos de politica comercial, y pasaría a relacionarse según las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Esta salida supone, además, la finalización en la participación de la Corte Europea y la Europol.

Uno de los puntos más importantes que dejarán sin resolver, es la solución de la frontera entre La República de Irlanda, que forma parte de la Unión Europea, e Irlanda del Norte, quien forma parte del Reino Unido.

El “seguro” al que May había llegado para no utilizar puestos fronterizos en los límites, no existirá. La delicadeza de este tema hizo pensar a aquellos que apoyan el Brexit e indicaron que existen soluciones de alta tecnología que podrían ayudar a generar una frontera invisible que mantenga todo en calma. Pero la ley europea solicita que deben existir estos puestos físicos que sirvan de control para productos alimenticios.

El tiempo restante es muy poco. El parlamento británico entra en receso hasta el mes de septiembre. Para el comercio europeo, no existirá tiempo necesario para realizar un acuerdo comercial entre el Reino Unido y la UE.

Muchas preguntas y pocas respuestas en este momento tan importante. El impacto social, el impacto económico son dos puntos que no pueden pasarse por alto al momento de tomar una decisión tan drástica. No queda más que esperar y observar una resolución favorable. El nuevo primer ministro británico tendrá un arduo trabajo para solucionar grandes inconvenientes y para determinar el futuro de su país.