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Elecciones Europeas: triunfo de Verdes y Nacionalistas

Durante los días 24, 25 y 27 de mayo se celebraron en Europa las elecciones para el Parlamento Europeo, la única institución de la Unión Europea que es elegida directamente por sus ciudadanos

31 de mayo, 2019 - 08:23

El Europarlamento cumple funciones legislativas, presupuestarias y de control político sobre otros entes comunitarios y del derecho común. Sus miembros son electos para un período de cinco años. Cuenta con un total de 751 diputados, cada Estado miembro cuenta con una cantidad fija de escaños en proporción a su población. En caso de hacerse efectivo el Brexit, se eliminarían 46 de los 73 escaños que corresponden al Reino Unido, los escaños restantes se repartirán entre los miembros de la Unión.

Los diputados que forman parte de la Cámara Europea no se encuentran agrupados por nacionalidades sino en “grupos políticos” en relación con sus afinidades políticas. Tradicionalmente el Parlamento Europeo ha sido dominado por dos grupos principales, por un lado, el Grupo del Partido Popular Europeo (EPP) que reúne a partidos de centroderecha como los son el CDU alemán o el PP español. Por otra parte, se encuentra el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D) en el que participan partidos de centroizquierda, forman parte de este grupo partidos como el Partido Laborista del Reino Unido, el PD italiano y el PS francés.

Las elecciones de este año contaron con una leve mejora en la participación ciudadana que ronda el 51%, recordando que en la mayor parte de Europa el voto no es obligatorio. Esta recuperación del interés se debe a los temas que estuvieron en agenda durante las candidaturas, en los que destacan migración, defensa común, y medio ambiente. La tendencia general fue la decadencia de los partidos políticos tradicionales que mermaron su caudal electoral hacia grupos más frescos y con nuevas propuestas. Los grupos tradicionales, en tanto, perdieron un gran número de escaños que fueron ocupados por los liberales, los verdes y los euroescépticos.

El principal ganador fue el Grupo de Los Verdes que acumuló un total de 69 escaños, mucho mayor que la cantidad obtenida en las elecciones parlamentarias europeas de 2014. Estas agrupaciones de centroizquierda hicieron de la cuestión ecológica y la preocupación por el cambio climático su eje central. La mayoría de los escaños obtenidos provienen de Alemania, Francia y el Reino Unido, los países más desarrollados de la Unión, además de obtener buenos resultados en Austria, Suecia, Irlanda, Bélgica, Holanda y Dinamarca.

El otro catalizador de los votos perdidos por EPP y S&D fue el euroescepticismo tanto de derecha con el Europa de las Naciones y de las Libertades (ENF) como de izquierda populista con Europa de la Libertad y la Democracia Directa (EFDD). Estos grupos supieron captar al electorado de perfil nacionalista con un discurso populista, anti inmigración y una búsqueda de recuperar la soberanía de los países que se encuentra condicionada por el accionar de la Unión Europea. Si bien los números no fueron tan altos como lo esperado hay un dato sustancial en ellos: Italia, Francia y el Reino Unido, tres de los cuatro países más importantes de la Unión, tuvieron como ganador a este tipo de partidos.

El Reino Unido se vio obligado a participar en estas elecciones debido a que el proceso del Brexit no pudo lograr un acuerdo de salida en los plazos acordados y tuvo que solicitar una prórroga para evitar una salida “dura” de la Unión. Los comicios mostraron un respaldo al Brexit por parte de la ciudadanía británica. El ultranacionalista “Brexit Party”, formado por Nigel Farage durante éste año, obtuvo el primer lugar con 29 bancas en el Parlamento Europeo.

El gran perdedor de estas elecciones fue el Partido Conservador que sacó 4 escaños. Quedan como la quinta fuerza política debido a la fractura interna del partido por el tema Brexit y al pobre desempeño durante el proceso de la Primer Ministra Theresa May. El Partido Laborista tampoco salió bien parado, sólo obtuvieron 10 bancas debido a la ambigüedad de su líder con respecto a la salida de la Unión y a la celebración de un segundo referéndum, perdiendo así el segundo lugar como fuerza política ante el partido Liberal Demócrata. Los resultados de las elecciones son un fiel reflejo de la crisis política en la que el Reino Unido se ve sumergido provocada por la incapacidad de dar respuesta satisfactoria al referéndum de 2016 y dando un muestra clara de que el bipartidismo tradicional se encuentra totalmente quebrado.

En Francia los resultados no fueron otros que los esperados. El electorado mostró su descontento con el gobierno de Emmanuel Macron desplazando a la plataforma política Renacimiento a un segundo lugar. Cuentan con 21 escaños para el Parlamento Europeo. El primer lugar fue ocupado por el Frente Nacional de Marine le Pen, el partido derechista y euroescéptico francés que forma parte del ENF, con un escaño más que el partido del presidente.

En el caso de Italia, la coalición euroescéptica que gobierna Italia continúa con un caudal de votos superior al 50% del electorado. La Lega consigue una histórica victoria duplicando su caudal de votos y consiguiendo el 34% del electorado. La coloca como la principal fuerza política italiana. Por su parte, el Movimiento 5 Estrellas, partido que forma la coalición de gobierno junto con la Lega, mostró una fuerte decadencia en comparación a las legislativa de 2018 pasando de ser el partido más votado a un tercer lugar. Sin embargo, las lecciones europeas muestran una diferencia sustancial con respeto a las legislativas de 2018. Una suerte de enroque entre los dos partidos que gobiernan el país que en la práctica significa el ascenso de Matteo Salvini, líder de la Lega y la imposición predominante de su agenda sobre la de su socio de gobierno.

Como resultado final, las elecciones reflejan la ruptura de la hegemonía que poseían el EPP y S&D, agrupaciones que históricamente contaron con la mayoría absoluta en el Parlamento Europeo. Con los nuevos cambios se pasa a un parlamento multipartidista con una diversidad de ideas más amplia. Los efectos prácticos que puede sufrirse con el multipartidismo son la incertidumbre política y la paralización del órgano en caso de no poder llegar a acuerdos inter bloques. Los comicios son una llamada de atención para los líderes europeos, que están llamados a responder a las nuevas demandas para poder continuar con el proyecto de la Unión Europea y evitar un nuevo Brexit.