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¿Cómo responder a las preguntas 'incómodas' de los niños?

El psicólogo especializado en sexualidad y género, Claudio Pilot, explica cómo abordar temáticas como sexo, racismo, duelos y diversidad en la infancia

Por Redacción

27 de septiembre, 2022 - 17:40

Existen ciertos temas que para los padres y madres resultan incómodos de hablar con sus hijos o con otros niños o niñas. Tópicos como sexualidad, racismo, duelos, bullying o identidad de género, entre otros, suelen ser incómodos de explicar para los adultos ante las consultas inocentes de los más pequeños. 

El psicólogo especializado en sexualidad y género, Claudio Pilot, habló con el programa El Interactivo (lunes a viernes de 12 a 14 por Ciudadano News) y explicó cómo abordar estos temas: “Primero hay que tener en claro que no existe el momento o la charla de sexualidad, sino que tiene que ser un tema habitual que se hable cotidianamente. Cuando surjan las preguntas de sexualidad lo primero es no tener miedo, hay que escuchar bien qué se está preguntando".

"Generalmente, estas preguntas surgen a los 4 y 5 años y de ahí en adelante depende de muchos factores y del contexto, pero si nos hacen una pregunta desde el lado del adulto genera incomodad pero desde el lado de la niñez no. Si preguntan es porque quieren saber y porque tienen curiosidad, entonces antes de dar información tenemos que repreguntar, por ejemplo, qué quiere saber o qué piensa de lo que pregunta y quizás nos pregunta algo simple y la respuesta sea básica. Siempre hay que responder con la verdad y con información, con naturalidad y no poniendo cara raras al interrogante, porque están creciendo y están buscando conocer", señaló el especialista.

En ese sentido, Pilot advirtió: “Muchas veces influye la crianza, la educación en el entorno y las conductas de discriminación se aprenden, entonces si en el contexto familiar hacen comentarios transfóbicos y fóbicos en relación a las personas, el niño va a ir escuchando y va ir reproduciendo ese discurso. Tenemos el desafío como personas adultas de cuestionarnos nuestras propias construcciones, eso se llama descontrucción, es decir, ir viendo qué hemos aprendido y permitirnos pensar y ponernos en el lugar, para visibilizar que todas las personas somos distintas, somos diferentes, indistintamente en género, en color de piel, en orientación sexual, grupo étnico al que pertenezcamos, religión. Es una forma de visibilizar la diversidad y el respeto”.