Letra y cumbia: preso se enamoró de una guardiacárcel y le dedicó una canción
Javier Duarte cumple una condena de prisión perpetua y se encariñó con una guardia penitenciaria. Le compuso una canción titulada 'Juntos hasta el final'. El amor del reo es correspondido
Por Redacción
El amor verdadero puede romper cualquier barrera social y florecer en lugares inesperados y difíciles. Tal es el caso de un preso que empezó una historia de amor con una oficial del servicio penitenciario.
La historia lo involucra a Javier Duarte, quien cumple una pena de prisión perpetua por “robo y homicidio calificado” en Chaco.
El reo empezó una historia de amor una trabajadora del servicio penitenciario llamada Andrea Ferreyra.
El vínculo no solo fue real, sino que además marcó la vida de ambos al punto que ella tuvo que abandonar su profesión porque consideró que la situación amorosa era incompatible con sus funciones.
Según contó la propia cabo primero a Portal Movil, tomó la decisión de renunciar a su trabajo tras sufrir situaciones laborales de toda índole, rechazos, malos comentarios y malos tratos una vez que el personal de la fuerza se enteró de la relación.
Un extracto de la canción de Duarte a Ferreyra narra: “No te preocupes sigamos juntos, juntos hasta el final, pues el amor no tiene barrera y vamos a llegar. Alimentando nuestro amor, incrementando nuestra pasión, ni una barrera, reja, frontera, separará lo que siento por vos”. Es importante destacar que el interprete de la canción es otro convicto llamado Fabián Soria.
“No te preocupes sigamos juntos, juntos hasta el final, pues el amor no tiene barrera y vamos a llegar. Alimentando nuestro amor, incrementando nuestra pasión, ni una barrera, reja, frontera, separará esta bella ilusión”, agregó el preso en su letra, quien finalizó el tema con la dedicatoria: “Reina de mi vida, esta canción es para ti”.
Al renunciar a su trabajo por el vínculo amoroso, contó que está atravesando problemas económicos: “Estoy en búsqueda de trabajo, soy auxiliar de farmacia y hago uñas esculpidas o puedo aprender otro oficio para vivir, pero honestamente y esperando los cinco u ocho años que le restan de condena a mi novio, futuro esposo y poder vivir nuestro amor en paz”, dijo la mujer.