Los motivos por los que Buenos Aires eliminó la obligatoriedad del barbijo
Según indicó el titular de Salud local, la decisión se tomó gracias a la situación epidemiológica estable que registra un constante descenso de positivos
Por Redacción
A partir de este jueves, en la provincia de Buenos Aires dejó de ser obligatorio el uso de barbijos en las escuelas, como así también en espacios laborales y recreativos. Según informó el ministro de Salud local, Nicolás Kreplak, sólo seguirá siendo estrictamente necesario para utilizar el transporte público.
"La decisión tiene que ver con cómo va evolucionando la pandemia a través del tiempo", puntualizó el funcionario y graficó que durante el pico de la tercera ola de coronavirus, que fue hace diez semanas, se registraban unos 44 mil casos por día, mientras que "ahora hay menos de 800".
A su vez, aclaró que las internaciones por COVID-19 bajaron considerablemente en toda la provincia y "más del 95% de la población está inmunizada".
"Con la llegada de los primeros fríos, la circulación de nuevas variantes, las clases presenciales y sin ningún aforo ni restricción, los casos no aumentan y estamos en una buena situación epidemiológica", sostuvo Kreplak y precisó que el brote adelantado de influenza está "controlado".
De esta forma, la provincia de Buenos Aires se suma a lo ya adoptado por otras jurisdicciones, tales como Mendoza, que aplicó en principio una suerte de 'prueba piloto' en los niveles Inicial y Primario, y luego lo hizo extensivo para el resto de los estudiantes.
El titular de la cartera sanitaria bonaerense planteó que el gobierno ya aplicó vacunas en un total de 3.000 escuelas y detalló que "más del 80% de los niños de 3 a 11 años recibieron la primera dosis y más del 90% de los adolescentes".
"Seguiremos completando los esquemas de vacunación y realizando una vigilancia activa, para que estas medidas las podamos sostener y nos acerquemos cada vez más a una plena normalidad", puntualizó el ministro y recordó que en las escuelas de su localidad se distribuyeron 33 mil medidores de dióxido de carbono para tener una adecuada ventilación.
Por último, Kreplak contó que "el 46% de la población tiene la tercera dosis contra el coronavirus", de los cuales el 70% son personas de más riesgo.