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Movilidad jubilatoria: otra vez pierden y van...

La nueva ley que regula los aumentos de las jubilaciones deja afuera del mix de cálculo la variable de la inflación, además de no contemplar ninguna recuperación por lo perdido hasta ahora. Anticipan una catarata de juicios

31 de diciembre, 2020 - 07:47

El Gobierno logró la aprobación de la ley que viene a reemplazar a la sancionada en tiempos de Macri –en aquellas recordadas sesiones donde devastaron la Plaza Congreso, apedrearon a policías, golpearon a periodistas y hasta se vio a un militante disparando con un mortero casero contra las fuerzas del orden– y que había sido suspendida por decreto cuando asumió Alberto Fernández.

La norma salió con lo justo, obteniendo 132 votos afirmativos, 119 negativos, cuatro ausentes y hubo dos diputados presentes, pero que no votaron. A los 117 votos del Frente de Todos se sumaron otros 15 que le permitieron la sanción, entre ellos los seis ‘Ramones’ que integran la bancada que maneja el mendocino José Luis Ramón, y los cordobeses de Schiaretti que volvió a alinearse con el kirchnerismo. ç

Son varios los puntos que generaron polémicas, ya que claramente los jubilados volverán a perder ingresos de manera casi inevitable, lo que generó voces airadas en contrario. Entre otras se destaca la ausencia de la inflación entre los factores para el cálculo de los aumentos, también la carencia de una recomposición que compense lo que han venido perdiendo.

Al no tener ninguna cláusula que ajuste por la suba de precios, si los aumentos de las jubilaciones son inferiores a la inflación, no habrá corrección que las compense, y absolutamente todos los beneficiarios se verán perjudicados. La observación de los funcionarios que al ajustarse por el Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores la inflación está implícita, resulta falaz porque los salarios y la recaudación impositiva pueden subir menos que la inflación, y eso se verificó en los números en los últimos dos años.

Otro de los puntos conflictivos es el llamado Ajuste por el Índice Menor. En diciembre de cada año, se comparará el aumento de los haberes que correspondería al cuarto trimestre con la recaudación total interanual de la ANSES menos los aumentos de los tres trimestres anteriores. Y en ese caso, para diciembre, se elegirá el porcentaje menor. Si los primeros tres aumentos trimestrales arrojaron una suba de 25 puntos, el del cuarto trimestre de 5 puntos y la recaudación interanual total de la ANSES del 26%, el aumento de diciembre no será de 5 puntos, sino de solo 1, o sea, tendrá un descuento de 4 puntos. En lugar de 30, el aumento será de 26. Si la ANSES recauda más, por ejemplo, 32%, el aumento de diciembre de 5 puntos se mantiene sin cambios y el del año queda en 30. En definitiva, al final de cada año, los aumentos podrían ser inferiores a las mejoras de los salarios de los trabajadores activos, o inferiores al crecimiento de la recaudación.

Los aumentos, entonces, serán considerando salarios, recaudación tributaria e ingresos totales de la ANSES, pero no toda la recaudación tributaria tiene partes para el sistema previsional, y en caso de aumentar esa recaudación, no redundará en beneficio de los jubilados. De hecho, una de las principales maneras de recaudar que tiene el estado nacional, ni siquiera es considerado un impuesto: son las retenciones a las exportaciones, y si crecieran exponencialmente e ingresaran cuantiosos fondos al estado, ni un centavo será para las jubilaciones.

 

Voces en contra

Inmediatamente fueron numerosas las voces que se alzaron en contra. En Mendoza, el presidente de la Federación de Jubilados e histórico dirigente del sector, Edgardo Civit Evans, la consideró: “La peor ley, el peor sistema que ha existido en los últimos 60 años”, en diálogo con CNN Radio Mendoza. “Esto como consecuencia de que en un período, con un proceso económico afectado por la inflación, elimina, en el caso de los jubilados, la indexación”, explicó, agregando: “Consecuentemente solamente se van a aplicar el ajuste que corresponde por el RIPTE, más lo que recaude el ANSES, lo cual es una lotería porque si baja la recaudación quiere decir que nos van a bajar los ingresos”.

Edgardo Civit Evans

Civit Evans recordó: “En el 2008 había indexación, es decir, había una especie de compensación respecto de lo que podía perder el jubilado como consecuencia de la inflación. En este caso no, está eliminado, ya lo eliminó por decreto el presidente Fernández que nos había prometido el 20% de aumento, y no solamente no lo dio, sino que congeló las remuneraciones de los jubilados”.

El dirigente concluyó: “Lamentablemente es duro decirlo, pero hay mucha mentira en todo esto, sobre todo hay muchos negocios de por medio que son los que llevan a este tipo de medidas que lamentablemente terminan pagando los que están en una situación más difícil, que son los jubilados”.

Otro que se refirió en duros términos en sus declaraciones a la prensa fue el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino: “El jubilado siempre es socio en las pérdidas y es parte de una concepción. Parte de lo que se hizo en el Congreso fue testificar una decisión política del Gobierno nacional en donde este año ya se generó un fenomenal ajuste sobre los beneficios de $100 mil millones, y los abogados dicen algo así como, a confesión de parte relevo de pruebas y se ahorró eso, porque no se les pagó a los jubilados”.

La defensoría que él maneja interpuso un amparo colectivo, que está en la Corte Suprema, desde el 18 de marzo sin que haya sido tratado, por el decreto que suspendió la fórmula de movilidad jubilatoria anterior. La decisión, ahora, es que en el mismo amparo se incorpore esta nueva modificación de la ley como hecho nuevo, pero proseguir con ese amparo. “En realidad el problema es que los haberes están totalmente deprimidos, se perdieron 40 puntos en los últimos tres años con la fórmula por inflación, que cuando se iba a recomponer, como se decía, el primer semestre de este año fundamentalmente, se suspendió y a partir de esto todos los reajustes hacia la baja. Se puede decir que gane quien gane, siempre pierden los jubilados”.

A la hora de pronosticar lo que puede venir, Semino indicó: “Hacia el futuro lo que vemos es que se toman dos variables que tuvieron un comportamiento muy pobre. Creo que el gran debate que debiera darse el sistema político es, primero que 4 millones y medio de personas de jubilados cobra $19 mil. Fíjense qué paradoja, en diciembre de este año están cobrando 1$9 mil y en diciembre del año pasado cobraron exactamente el mismo número, porque las mínimas en aquel momento eran de $14 mil y hubo un bono de $5 mil. Los haberes se van a seguir depreciando y no van a lograr el objetivo de cubrir la inflación, porque inclusive esta fórmula tiene un techo y no tiene piso en cuanto a la recaudación, tiene la particularidad que cuando existió en los años 2008, 2009 que existió inflación, perdió por inflación. Entonces nada nuevo bajo el sol”.