La Justicia pidió la detención del futbolista que golpeó a la árbitra
El jugador pasó de estar aprehendido a estar detenido. Cristian Tirone golpeó a la mujer de 30 años, quien permanece en grave estado
Por Redacción
El futbolista Cristian Tirone, quien el último domingo agredió severamente a una árbitra en un partido de la Liga Tres Arroyos, pasó de estar aprehendido a estar detenido. El cambio de situación se debe a la "gravedad" del ataque, ya que Tirone golpeó a la mujer por la espalda, y luego intentó seguir atacándola. Además, siguió resistiéndose a los efectivos policiales que quisieron contenerlo.
Tirone, que fue expulsado de por vida del club Deportivo Garmense, se negó a declarar el último lunes, aunque dijo sentirse "arrepentido" sobre el violento hecho. Juan Carlos Ustarroz, instructor de la causa cuyo fiscal es Gabriel Lopazzo, fue quien libró el pedido de modificación.
En cuanto a la referí, se trata de Dalma Cortadi, de 30 años. Su estado actual luego del ataque sigue siendo complicado, ya que tuvo una recaída, según pudieron informar fuentes médicas.
La mujer tuvo fuertes dolores, y los últimos estudios determinaron que tiene traumatismo de cráneo a un costado de la nuca, contusiones en varias partes del cuerpo, y una contractura grave a nivel de la región cervical.
Ante esta situación, deberá permanecer 15 días en reposo, tiempo en el que se le hará una tomografía computada para determinar el grado de las lesiones en la zona de su cabeza.
"Está con mucho dolor, con un cuello ortopédico. Si el golpe iba a la nuca, la podría haber matado", dijo Vanesa Quintana, madre de la jueza deportiva. En referencia a Tirone, la mujer dijo que "no tendría que salir libre. Tiene que pagar por el daño que le hizo a mi hija".
Tirone carga con la imputación de "lesiones triplemente agravadas: por alevosía, por la condición de mujer de la víctima, y por haberse cometido durante la realización de un espectáculo deportivo, en concurso ideal". Continúa alojado en los calabozos de la Comisaría Primera, a la espera de una resolución, y enfrenta de este modo una posible pena de tres años de cárcel, tiempo que desde la fiscalía piden que se haga "en cumplimiento efectivo".