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Incendios en Corrientes: la desesperada lucha por salvar a los animales

Las llamas no solo afectan a productores y a la población, sino también a los animales nativos cuyo hábitat natural está destruido por el avance del fuego

Por Redacción

22 de febrero, 2022 - 16:23

El descontrol en Corrientes llegó a su punto extremo en los últimos días, con una decena de focos activos, que en combinación con la sequía y accidentes provocaron un verdadero conflicto en buena parte del litoral argentino. Según datos oficiales del Sistema Nacional de Manejo del Fuego, los incendios ya arrasaron con más de 600 mil hectáreas, un 7% del territorio. 

Además, debido al alto impacto de las llamas, los bomberos luchan a diario para salvar a los animales que huyen de esa tragedia, pero se les hace difícil encontrar refugio o un lugar que no esté devastado por el fuego. 

María Ferrando, veterinaria de la oficina local del Senasa de Curuzu Cuatiá, habló con El Interactivo (lunes a viernes de 13 a 14 por Facebook y YouTube de El Ciudadano) y se refirió a la desesperada lucha por salvar a los animales de los incendios en Corrientes. "Es enorme la crisis para la flora y fauna en la provincia. En el Senasa estamos armando un plan, una estrategia que sale a última hora", explicó la especialista.

"Lo que estamos viviendo es triste para todos, es gente que ha perdido todo, porque se ha prendido fuego el campo entero. Lo poquito que tenía le llegó el fuego o tuvo que vender sus animales porque no tienen más alimentos. Los campos están secos, aparte hay una gran sequía. No queda oferta forrajera para ningún animal", aseguró Ferrando.

 

-¿Cuál es la situación ganadera en Corrientes?

-Hay animales muertos, no puedo decir la cantidad, pero he asistido a campos donde se han prendido fuego y quedan algunos cadáveres. El problema es que hay animales alcanzados por el fuego, que por más tratamiento que le hagas o que quieras ayudar, es un acto de amor del veterinario decir 'listo, ese animal está sufriendo'. Cuesta, pero es recomendar la eutanasia porque no tienen salvación".

-Con el estrés del fuego los animales se movilizan. ¿Es cierto que se hayan mezclado cabezas de ganado de campo a campo, que se haya perdido la trazabilidad?

-Lo que pasa es que se han prendido fuego los alambrados, ya no hay límites. Muchos se están organizando, porque tienen los seguros, ponen alambrados y meten todo el ganado de la zona de diferentes productores, pero saben que de ahí no se van a escapar. Se pierden los límites y se pierde la hacienda. Es mucho el compañerismo, trabajamos todos en conjunto, sabemos que vamos todos para el mismo lugar, la idea es ayudarnos entre todos para salir adelante.

-El movimiento de animales se flexibiliza con la vacunación de aftosa, de la garrapata que tenemos en la zona. Se ha flexibilizado un poco, siempre pensando en que no podemos hacer un daño a la provincia vecina. Pero el Senasa ha impulsado una serie de medidas que flexibiliza el movimiento, porque no tienen nada que comer los animales y se tienen que mover sí o sí.

-¿En qué condición general quedan los animales después de una catástrofe como esta?

-De los quemados, por supuesto, que se van deteriorando día a día si no tienen asistencia médica rápida, antibióticos, cremas cicatrizantes, lavar la herida, desinfectarla… después no tenemos nada de forraje, el animal queda viviendo pero sin pasto. Es el mayor problema que vamos a tener a futuro, todos los animales que se hayan salvado no tiene oferta forrajera.