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De Sarmiento a CFK: los atentados a líderes políticos que marcaron al país

Entre otros, Alfonsín, Menem, Juan Manuel de Rosas, Julio Argentino Roca, Perón y Sarmiento vieron amenazadas sus vidas

Por Redacción

02 de septiembre, 2022 - 09:49

Cristina Fernández de Kirchner fue protagonista de un ataque a su persona por parte de un individuo que se encontraba entre los militantes que mostraban su apoyo a la vicepresidenta. El hombre, Fernando Andrés Sabag Montiel, brasileño de 35 años, intentó disparar una pistola Bersa en la que tenía 5 balas, pero aparentemente el percutor no funcionó. Inmediatamente después fue detenido, y se organizó un operativo para investigar su domicilio.

Pero el ataque que sufrió la expresidenta no es, lamentablemente, el único en la historia de nuestro país. Desde los albores de la República, numerosos líderes políticos vieron peligrar sus vidas por culpa de distintos ataques sufridos ante sus personas. Rosas, Perón, Roca, Menem y Alfonsín, entre otros, figuran entre los nombres amenazados.

Carlos Menem

Carlos Menem, expresidente oriundo de La Rioja sufrió una de las peores tragedias que podrían ocurrirle a un ser humano: la muerte de un hijo. Carlitos Menem Jr, como se lo conocía, murió luego de un accidente cuando piloteaba un helicóptero en compañía de Silvio Oltra, automovilista. Por causas que al día de hoy no quedaron claras la nave cayó a tierra y se cobró la vida de ambos jóvenes. Al principio se lo catalogó como "accidente", pero la madre de Carlitos, Zulema Yoma, manifestó en numerosas ocasiones que trató de un atentado. En octubre de 1998 la causa fue archivada como "accidente". Hubo una revisión en 2001, pero la Suprema Corte volvió a rechazar la reapertura.

Raúl Alfonsín

Era el 19 de mayo de 1986. El entonces presidente Raúl Alfonsín visitaba la provincia de Córdoba, y el mandatario debía caminar por un sector custodiado por dos oficiales. Uno de ellos se retira, con ganas de orinar, y se dirige a una parte del parque que estaba lleno de malezas. Por ese mismo lugar, por donde pasaría el móvil oficial rumbo al Tercer Cuerpo de Ejército cordobés, el custodio vio unos cables negros que serpenteaban hacia un objeto. Se encontró así una estructura armada con una batería de auto y más cables, conectados a una bomba. Era una bala mortero calibre 120 mm, enterrada en el parque. El aparato se sacó del sitio y fue detonado una semana después.

Juan Domingo Perón

El primer atentado que sufrió el fallecido líder justiicialista tuvo lugar en abril de 1953, durante un acto de la CGT. Desde la Casa Rosada, Perón les hablaba a sus asistentes cuando se produjeron dos estallidos en la Plaza de Mayo. Una bomba explotó en una confitería, y otra en una estación de subte cercana al lugar. Se encontraron más tarde otras dos bombas que no explotaron, pero así y todo el resultado fue de dos muertos y heridos.

Juan Manuel de Rosas

El ataque perpetrado al "restaurador" fue mucho más elaborado. Tuvo lugar en 1841, cuando un grupo de unitarios le preparó una "máquina infernal": una caja que, supuestamente, tenía medallas adentro. La realidad es que en el interior había cañones apuntando al director supremo, listos para disparar. Se la habían mandado a su domicilio, y quien la recibió fue su hija, Manuelita. Contenta por el regalo, la joven abrió la tapa, pero por fortuna el aparato no funcionó. La "máquina infernal" se encuentra hoy en el Museo Histórico Nacional.

Julio Argentino Roca

Cuando el presidente Roca ingresaba al Congreso para dejar inaugurado el período de sesiones ordinarias, el 10 de mayo de 1886, un hombre lanzó una piedra que impactó en el parietal izquierdo del primer mandatario. Lo hizo tambalear, porque el golpe fue importante. Los oficiales ordenaron a los soldados a formarse en batalla, la gente corrió en todas direcciones, mientras Carlos Pellegrini (que venía detrás de Roca), inmovilizó al agresor. La banda presidencial, manchada de sangre, también se conserva en el Museo Histórico Nacional.

Domingo Faustino Sarmiento

El ilustre sanjuanino tampoco se libró de ataques contra la integridad y la vida. En la noche del 21 de agosto de 1873, en momentos en que se dirigía a la casa de Dalmacio Vélez Sársfield, el tránsito lo obligó a frenar en la esquina de Corrientes y Maipú. Tres hombres intentaron dispararle, pero las armas estaban demasiado cargadas y una de ellas explotó en la mano de uno de los atacantes. Sarmiento no se dio cuenta de lo que había pasado hasta que llegó a la casa de su amigo: su sordera le impidió siquiera escuchar la explosión.