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Alberto Samid pide la libertad pero se la negaron por considerar que existe "peligro de fuga"

Tras ser expulsado de Belice, el empresario Alberto Samid fue trasladado hoy a Comodoro Py  y su defensa pidió la excarcelación, a lo que el fiscal del caso, Gabriel Pérez Barbera, se opuso por considerar que hay "peligro de fuga"

Por Redacción

10 de abril, 2019 - 19:21

Tras ser expulsado de Belice, el empresario Alberto Samid fue trasladado hoy a Comodoro Py para comparecer ante el Tribunal que lo juzga por evasión y su defensa pidió la excarcelación, a lo que el fiscal del caso, Gabriel Pérez Barbera, se opuso por considerar que hay "peligro de fuga".

Sobre su excarcelación deberá definir el jueves el Tribunal Oral Penal Económico (TOPE) 1, que lleva adelante el juicio por evasión.

"Entré en pánico y me tomé unos días de vacaciones", dijo Samid en Tribunales, según trascendió, luego de pasar la noche detenido en la Alcaidía de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal, ubicada en el barrio porteño de Monserrat.

El denominado "Rey de la Carne" fue trasladado por personal de la Federal hasta los tribunales de Retiro, para presentarse ante el tribunal que lo juzga por evasión de impuestos, proceso en el que solo resta conocer el veredicto, que se daría el próximo lunes.

En medio de un fuerte operativo policial, el acusado llegó a Comodoro Py esposado, sonriente y haciendo la "V" con los dedos ante las cámaras de televisión y de los fotógrafos que estaban en el lugar.

Según fuentes judiciales, el empresario dijo que el pasado 24 de marzo decidió irse de la Argentina porque entró "en pánico", al tiempo que pidió "perdón por cosas" que dijo, aunque no precisó a qué se refería.

Su abogado, en tanto, solicitó la excarcelación de su defendido, mientras que el fiscal ante la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Penal Económico Pérez Barberá, a cargo de la investigación, se opuso. Para Barberá, existe un alto riesgo de que el empresario vuelva a fugarse.

En el juicio, el fiscal consideró que Samid integraba una asociación "organizada para cometer sistemáticamente graves delitos tributarios como así también otros delitos contra la libertad de las personas, particularmente amenazas y coacciones".

"Buscaban evitar quedar atrapados en el control del fisco y si no lo lograban a través de los mecanismos muy sofisticados que generaron en términos contables y societarios, apelaban a ciertas vías de hecho particularmente violentas", explicó.