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Piden reabrir centros terapéuticos para chicos con autismo

La asociación provincial elevó una carta al gobernador Suarez para solicitarle una excepción en medio de esta crisis por la pandemia del Covid 19 

22 de mayo, 2020 - 20:06

Hace tiempo, expusimos la historia de una madre y su hijo con autismo, evidenciando las dificultades que se presentan durante un período de cuarentena como el que vive el país por el Covid-19.

Pasados los 60 días de este aíslamiento obligatorio dispuesto por el Gobierno Nacional, la situación de personas con esta condición se agrava aún más y es por ello que están solicitando la reapertura de los centros terapéuticos a los que acudían semanalmente.

Integrantes de la asociación Autismo Mendoza elevaron una carta al gobernador Suarez para dar a conocer el contexto que viven madres y niños, en pos de analizar una posible flexibilización en esta área de salud.

"Si bien los equipos terapéuticos respectivos de cada niño o niña brindan actividades para realizar y están en constante acompañamiento con las familias, es sumamente difícil poder llevar a cabo las actividades en el domicilio ya que la cuarentena ha generado marcados retrocesos en varios casos, sobre todo en la conducta, desenvolvimiento y evolución de los chicos; la prolongación de la cuarentena incrementará los perjuicios en la salud física y mental de muchos de ellos", explican desde la entidad.

Testimonios

Para contar en primera persona cómo afrontan estos tiempos de pandemia, dos madres explicaron lo que viven con sus hijos.

"De un día para el otro mi hijo, que padece autismo atípico severo, se quedó sin el CET (Centro Educativo Terapéutico) al que asiste, lo que también implica que quedó sin ninguna terapia.

Las consecuencias son nefastas. Francesco está padeciendo una desestructuración severa, con crisis permanentes, se autoagrede, agrede a los demás, padece muchas crisis por día, con llanto, golpes en su cabeza, ha roto los vidrios de la casa con la cabeza, padece permanentemente movimientos estereotipados y se niega a comer por lo que ha bajado de peso", confesó María Elisa, mamá de Francesco.

Por otro lado, Serena, madre de Joaquín, también relató su historia: "En esto dos meses no hay un día que no se altere al no poder ir a su Centro Educativo. Todas las mañanas llama a Mario, el chofer del transporte, y cuando tratamos de explicarle que no viene comienza a alterarse y golpearse, conducta que como papás no hemos podido mejorar, así también como se han alterado las conductas rutinarias de la hora del almuerzo o merienda".