El comercio online perjudica a las farmacias 

Diferentes propietarios de farmacias de la provincia han salido a denunciar públicamente a laboratorios por ventas online que estos habrían comenzado a profundizar en el medio de la cuarentena. Si bien no señalan las marcas que estarían aplicando, lo que para los farmacéuticos, es una práctica ilegal y de falta de ética y de lealtad comercial, se produciría desde la CABA hacia todo el país.

Del mismo modo, los profesionales del rubro aseguran: “Hay muchos laboratorios que mantienen su correcto proceder, tanto en lo profesional como en lo comercial”. Lo otro que indican que habría aspectos en donde inclusive “se podría estar ignorando gravemente al profesional que prescribe la medicación por receta a sus pacientes, el médico”.

Sobre el tema, El Ciudadano entrevistó a un conocido farmacéutico mendocino, quien fuera presidente de la Cooperativa Farmacéutica de Mendoza y vicepresidente del Colegio Farmacéutico, Eduardo De Simone. 

–¿Qué están haciendo los laboratorios denunciados por las farmacias?

–Esta cuestión no se ha generalizado, porque hay laboratorios que se manejan con el proceder de siempre. En tanto hay otros que están transgrediendo puntos legales, éticos y comerciales. Estos últimos han comenzado a transitar caminos de deslealtad comercial porque no llegan a los volúmenes de ventas que alcanzaban antes de la cuarentena. Para ello están utilizando la vía online, que es un instrumento equivocado, ya que la farmacia está los 365 días del año, las 24 horas del día, para tener su producto para cuando la gente lo necesita. Mientras, ellos están especulando con el elemento online para captar clientes jóvenes en detrimento de la rentabilidad del farmacéutico que invirtió en ese local y creó fuentes de trabajo. Además de atentar contra la capacidad de la farmacia de entregar el medicamento en tiempo y forma.

–¿Por qué dice que esta modalidad no tiene lealtad comercial y es ilegal?

–Es importante destacar que los medicamentos bajo receta desde ningún punto de vista se pueden vender por la vía online. Eso está penado por ley, ya que la misma indica que solo lo puede hacer el farmacéutico que tiene en mano una receta expedida por un profesional de la salud. En lo otro que incurren es en medicamentos de venta libre o leches maternizadas, productos que han sido colocados por el farmacéuticos en el mostrador de sus locales, marcas que ha trabajado y recomendó el profesional cuando no existían. Ahora se las vuelca al mercado de esta manera, perjudicando comercialmente a las farmacias.

Una vez instalado desde Buenos Aires, es difícil que se anule

–¿Es mucho lo que está perjudicando al sistema de farmacias?

–Es muy difícil de medir el perjuicio económico. Le doy un ejemplo de los muchos que hemos detectado, un ejemplo es el caso de una leche maternizada que nadie conocía. Merced al conocimiento que tuvieron de ella los pediatras a través del laboratorio, se comienzan a expedir recetas de dicho producto. Los farmacéuticos las recibimos porque las obras sociales la reconocen en un 100%. Esa marca fue un éxito, la gente la incorporó y ciertos laboratorios aprovecharon para venderla vía online, reprochable acción en la que hasta el pediatra ha sido ignorado en la propaganda directa al consumidor que desconoce si puede o no su hijo consumir esa leche maternizada. Clara demostración del perjuicio que está produciendo el sistema online, que salta al médico y a la farmacia.

–Ante este complejo panorama, ¿qué proponen ustedes?

–Esta práctica que se ha generalizado por la cuarentena en todo el país. En el caso de muestra provincia el sistema de control que implica el Departamento de Farmacia del Ministerio de Salud es muy efectivo. Lo lamentable, que como esto se está aplicando para todo el país desde Buenos Aires, es muy difícil tener control en todo lo que llega por los sistemas de entrega. Por eso hay mucha preocupación en todas las farmacias mendocinas, porque toda modalidad de estas características tecnológicas que el país adopta, tarde o temprano por más que Mendoza sea una provincia más ordenada, se instaura y nos termina perjudicando.