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Según el Gobierno, la industria petrolera no produjo daños ambientales en los últimos años

Ambiente informó que desde 2016, a partir de la aplicación de normativas provinciales y nacionales, no se generan pasivos en este asunto

03 de febrero, 2020 - 08:32

La industria petrolera siempre fue mirada con desconfianza a la luz de los riesgos para el medio ambiente, con incidentes que, como en el caso de Ecuador, llegaron al desastre y significaron demandas millonarias. 

El foco se concentra aún más cuando tenemos en cuenta la férrea oposición que genera la técnica del fracking, o fractura hidráulica, por el uso de sustancias peligrosas y de agua.

Con el trago amargo que pasaron las autoridades, al inicio no más de la gestión, al fracasar por la estentórea oposición popular la reforma de la Ley 7.722, desde la Secretaría de Ambiente dieron a conocer la información que se cita en el título de esta nota.

“Los factores de control sumados a las constantes inspecciones, monitoreos y auditorías ambientales que realiza la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial, han logrado que no se generen pasivos ambientales en nuestra provincia durante los últimos cuatro años”, señala el comunicado difundido por el organismo.

En él, se destaca que la provincia, mediante el Decreto 437/93 Evaluación ambiental de la industria petrolera, reglamentó la Ley Nº 5.961 de Preservación del Medio Ambiente para la actividad petrolera. Por otra parte, la Resolución 24/2004 de la Secretaria Energía de la Nación, establece que "las empresas deberán reportar la autoridad de aplicación los incidentes mayores que se produzcan como consecuencia de la actividad, como así también presentar anualmente un Informe de Situación donde se informen todas las variaciones producidas como consecuencia de la operación”.

La directora de Protección Ambiental, Miriam Skalany, resaltó al respecto que “la provincia de Mendoza exige desde el año 2016, con el objeto de evitar que se generen pasivos ambientales debido a la actividad petrolera, que las empresas reporten en el término máximo de 12 horas todos los incidentes, independientemente de su magnitud e impacto”. 

“En dicho reporte deben indicar el tipo de mitigación y tratamiento que se le realizará con el objeto de sanear el lugar, es decir volver el sitio afectado a las condiciones originales”, indicó.

La funcionaria detalló que toda variación se registra en el informe de situación que permite identificar las instalaciones que quedaran fuera de uso. 

“Estos dos instrumentos posibilitan a la autoridad de aplicación controlar el correcto tratamiento realizado a fin de evitar que estos incidentes o instalaciones abandonadas puedan generar pasivos, o sea que la afectación del ambiente perdure en el tiempo. Es así que desde el 2016 podemos considerar que no se han generado pasivos ambientales debido a la actividad petrolera”, explicó. 

Y agregó que “toda afectación producida por un incidente fue correctamente saneada, y en el caso de los suelos afectados, una vez retirados fueron dispuestos en repositorios para darle tratamiento de remediación”.

Skalany expresó además que la exigencia del sistema de locación seca eliminó completamente las llamadas piletas ecológicas donde eran dispuestos los lodos y demás materiales de la perforación. En la actualidad, estos materiales se disponen en contenedores en repositorios, sitios acondicionados especialmente para contener residuos peligrosos, a fin de darle el tratamiento correspondiente.

“Estos factores, sumados a las constantes inspecciones, monitoreos y auditorías ambientales que realiza la DPA han logrado que no se generen pasivos ambientales”, concluyó la funcionaria.

Qué son los pasivos ambientales

Como consecuencia de la actividad petrolera sin regulación en materia ambiental se generan pasivos ambientales. Se definen como tal a un sitio contaminado por la liberación de materiales, residuos extraños o aleatorios que no fueron remediados oportunamente y siguen causando efectos negativos al ambiente, los pasivos pueden incluir cañerías en desuso; instalaciones; suelos y cauces con restos de hidrocarburos, ex piletas de perforación, entre otros.

Hace pocos días, desde la Dirección de Protección Ambiental se había informado que “desde el año 2016 a la fecha la Dirección de Protección Ambiental de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial ha controlado el saneamiento de más del 70% de los pasivos ambientales en nuestra provincia, de lo que respecta a la actividad petrolera”.

Citaron como casos emblemáticos a la remediación de la denominada Pileta 2VM y el tratamiento de los suelos del repositorio del Yacimiento de Los Cavados: “La remediación de la Pileta 2VM, situación ambiental que databa de más de tres décadas, implicó un  movimiento de más de 50.000 m3 de suelo empetrolado que fue retirado y tratado como residuo peligroso consiguiendo el saneamiento del lugar. En caso del repositorio del Yacimiento de Los Cavados se trataron los suelos del repositorio donde mediante la técnica de macroencapsulado se pavimentaron 18 kilómetros de ruta dando tratamiento a más de 40.000 m3 de suelo empetrolado”.