Los rugbiers franceses ya no están en Mendoza

Los jugadores de rugby franceses acusados de presunto abuso sexual con acceso carnal agravado contra una joven en Mendoza abandonaron la provincia y se dirigieron a Buenos Aires en un vuelo comercial. La partida de los deportistas ocurre en medio del escándalo que ha sacudido la región y justo antes de la audiencia judicial que podría definir su futuro.

Los acusados, que estaban a la espera de la audiencia que determinará las posibles repercusiones legales de su situación, recibieron autorización de la Fiscalía de Delitos Sexuales para trasladarse temporalmente a la capital argentina. Fuentes judiciales indican que esta decisión se tomó para salvaguardar sus derechos y asegurar su bienestar en medio del hostigamiento que enfrentaban en Mendoza.

Pablo Hnatow, el abogado defensor de los rugbiers, explicó que la partida hacia Buenos Aires se debió a la imposibilidad de llevar una vida normal en Mendoza tras la divulgación de sus imágenes en los medios locales. "Mis clientes buscan esperar la audiencia en un ambiente más sereno, lejos de la intensa presión mediática que han sufrido aquí", señaló Hnatow.

En un esfuerzo por cerrar el caso y poder regresar a su país natal, los jugadores Hugo Auradou y Oscar Jégou, a través de sus abogados, solicitaron a la Fiscalía de Delitos Sexuales que se les absuelva de las acusaciones de abuso sexual con acceso carnal agravado. La causa, que los tiene como imputados desde mediados de julio, se originó a raíz de la denuncia presentada por una mujer de 39 años.

Los jóvenes franceses aguardan con expectativa la decisión judicial que podría desvincularlos del caso y permitirles abandonar Argentina. La resolución final dependerá de la jueza penal Eleonora Arenas, quien tomará una determinación durante una audiencia cuya fecha aún no ha sido confirmada tras la solicitud del fiscal investigador.

Cabe destacar que, en las primeras horas del martes, la Fiscalía decidió suspender por segunda vez la audiencia en la que los peritos psicólogos y psiquiatras debían exponer sus conclusiones sobre el perfil de personalidad de la denunciante. Esta audiencia era crucial para evaluar la credibilidad y el estado emocional de la víctima en el contexto del caso.

En total, seis peritos han evaluado a la denunciante: dos del Cuerpo Médico Forense, dos designados por la denunciante y dos más en representación de los acusados. Las conclusiones de estos profesionales serán fundamentales para el desarrollo del proceso judicial, influyendo directamente en la decisión que podría definir el destino de los rugbiers. Mientras tanto, la comunidad mendocina sigue de cerca el caso, que ha puesto en tela de juicio tanto el accionar de la justicia como la protección de los derechos de las víctimas y los acusados en situaciones tan delicadas.