Ucrania: un instituto ayuda a niños autistas y desplazados
Un nuevo centro en Leópolis ayudará a cientos de menores entre 2 y 7 años, afectados por el conflicto y con serios problemas de integración a la sociedad. ¿Cuál es la terapia?
Por Redacción
La guerra en Ucrania se transformó en un conflicto que toca la fibra íntima de un amplio abanico de la opinión pública y el enorme impacto en la vida de los niños siempre se posiciona como uno de los debates centrales.
Las familias separadas, los bombardeos, los desplazados y la condición de refugiados pasaron a formar parte de la forma de vida habitual de los más pequeños, con sus consecuencias.
Una esperanza en Leópolis
En este contexto, en la ciudad de Leópolis, Ucrania, se creó un nuevo centro para ayudar a los niños vulnerados y con problemas de autismo a superar la pérdida de sus hogares, familiares y a lograr mecanismos que les permita integrarse nuevamente en la sociedad.
"La atención temprana es esencial para estos niños de entre 2 y 7 años y muy importante para su desarrollo. La guerra no puede impedir que les ayudemos", explicó Olena Nikolaienko, de la organización caritativa "Futuro para Ucrania".
“A menudo estos menores no pueden hablar, no sienten sus cuerpos y se lastiman fácilmente a sí mismos”, añadió Nikolaienko.
Las posibilidades del nuevo instituto
El instituto "Levchyk Spectrum Hub”, en la actualidad, se encarga de proporcionar terapia gratis para 25 menores desplazados por la guerra. Para muchas familias, el centro se convirtió en el único espacio donde logran conseguir estabilidad.
"La pérdida del hogar y las nuevas condiciones en alojamientos, muchas veces abarrotados, alteran su sueño y alimentación, y causan muchos otros problemas", expresó Anna Perekatiy, la principal conductora del centro de apoyo.
La entidad proporciona seis horas de clase semanales para cada menor, incluidas tres horas de terapia ACA (Análisis Conductual Aplicado), que se basa en moldear ciertos comportamientos y enseñar a los niños cómo responder adecuadamente a ciertos estímulos.
"También enseñamos a los familiares cómo interactuar con los niños en casa porque necesitan una estimulación constante para abandonar sus esquemas y desarrollarse", dijo Perekatiy.